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domingo, 8 de noviembre de 2009

C, triple C

Dice Schurman en el diario C, sobre la triple C:
Propios y extraños sostienen que la hiperkinesis del ex presidente sólo busca garantizar la gobernabilidad de Cristina. Pero el consorte dejó en claro en su círculo íntimo que sueña con llegar a la Presidencia otra vez. Poco le importa que la buena estrella que lo acompañaba se haya apagado.
Las denuncias de prebendas ya no surgen de los cuarteles de Elisa Carrió o del radicalismo. Son los movimientos sociales que por años recibieron el calor oficial los que señalan prácticas clientelares en un programa de financiamiento para cooperativas.

Aunque Aníbal Fernández defendió la canalización de la ayuda a través de los intendentes del conurbano, la fuerza de las imágenes del corte en la Avenida 9 de Julio y el fantasma de Kosteki y Santillán lo dejaron sin ínfulas. El jefe de Gabinete debió abrir negociaciones con los mismos piqueteros que había considerado poco menos que demodé.

sábado, 7 de noviembre de 2009

¡Qué lindo que el campito vuelva a estar verdecito! (lástima el glifosatito)

(click en la imagen para ir a la nota que entusiasma a la patria sojera)

sábado, 4 de abril de 2009

En algo coincidimos don Raúl: nos unen esos mismos, los de siempre



Gracias Mundo Perverso por refrescarnos la memoria.

miércoles, 4 de marzo de 2009

El ancho de espadas, las manos vacías y después...

El debate gobierno-campo sojero se tornó decididamente político con la presencia de la Presidenta en la reunión del martes.

Ahora bien: ¿fue una jugada genial del gobierno o bien fue el acto desesperado por contener un conflicto al borde del des-borde?

Sobre ese eje giraron numerosos comentarios en las horas posteriores a la segunda reunión con la Mesa de Enlace, con Cristina incluida.

La jugada de la Reina en la escena de negociación fue, sin duda, una maniobra de riesgo.

Implica haber puesto sobre la mesa un suculento caudal político, con el peligro de no poder contar con más resto como para contener la avaricia sojera y su desafiante postura contra el gobierno nacional y contra los intereses del Estado argentino.

¿Qué otra carta puede jugar el gobierno si los chacareros agroexportadores deciden volver a plantar bandera de guerra?

Una salida posible debe buscarse fuera de lo político; de lo contrario tendrán que sentar a la mesa al mismísimo Néstor K (escena comparable con la del revolver que -dicen- ponía Morenito cuando negociaba sus primeros acuerdos con empresarios como Secretario de Comercio).

Dicha salida extra-política debe ser de corte técnico; es decir, que todo lo prometido al campo-sojero se cumpla a pies puntillas, a fin de achicar los márgenes de protesta.

Esta descripción del escenario estratégico de la relación gobierno - MdE se parece bastante a un paso decisivo en el desenlace de una guerra convencional.

Lo evidente de la tensión y de la espectativa sobre un posible golpe final que den los gauchócratas exportadores es la reacción de Buzzi callando a la marmota De Ángeli, quien boqueó fuera de término al amenazar con volver con un nuevo lock-out, con el riesgo de deshacer el actual escenario de puja con la administración de CFK.

Los momentos decisivos, creemos, van a venir en las próximas semanas; cualquier error de las partes los puede hundir en pantanos políticos difíciles de eludir.

No olviden lo dicho aquí mismo: los sectores del poder están dispuestos a todos -al decir de nuestro confidente- y si lo consideran viable, están decididos a cargarse al gobierno mismo con tal de frenar lo que consideran un desmedido crecimiento del poder político K.

jueves, 26 de febrero de 2009

Tiempo de diálogo y de auténtica solidaridad

La Argentina comenzó a transitar un difícil camino de negociación entre gobierno y campo. Difícil por lo que fueron las horas previas al encuentro entre varios ministros de Cristina Fernández y los integrantes de la denominada Mesa de Enlace. Con paro, protestas y hasta la toma de un banco de Entre Ríos por parte del polémico Alfredo de Ángeli, los sectores rurales volcados al negocio de la exportación mostraron todas sus cartas ante el poder político.

La inquietud fundamental reproducida en la prensa argentina es saber si de este diálogo surgirá algún acuerdo que dirima la cuestión agraria y que destrabe el difícil entramado político que se constituyó desde marzo del año pasado con la cuestión retenciones.

De parte de los patrones rurales argentinos está planteada la urgencia de destrabar las exportaciones agropecuarias; de parte del gobierno K la prioridad es garantizar el flujo de ingresos vía impuesto a las exportaciones de materias primas para sostener un amplio conjunto de medidas de apoyo estatal a distintos sectores económicos y sociales.

Será difícil determinar el punto medio de la negociación, pero es fundamental poner las cosas en su lugar. Sin embargo, hay una mirada, que es la social, que encuadra el debate en términos de responsabilidad política ante la crisis mundial y su indeterminado impacto en la región.

Si, tal como pretende la dirigencia agropecuaria argentina, se abren irrestrictamente las exportaciones locales el impacto en los precios internos puede ser más incierto que el golpe de la crisis internacional en la Argentina.

Este país vivió en 2008 el drama de la disparada del precio de los alimentos como consecuencias de una ineficiente política de precios internos por parte del gobierno y el desabastecimiento provocado por la sucesión de lock outs patronales del campo argentino.

Esa lucha entre agro y gobierno devaluó en al menos un 30 por ciento el poder adquisitivo (es decir el salario real) de los trabajadores de menos ingresos que destinan más del 80 por ciento de sus ingresos para comprar alimentos.

Ante esta historia reciente sólo cabe esperar que de la negociación gobierno-campo surja una fórmula del consenso en beneficio de los sectores más vulnerables de la Argentina.

La patronal agraria argentina supo hacerse de las herramientas de lucha de esos sectores sociales como el corte de ruta, la ocupación de propiedad privada y el discurso encendido contra el sistema de gobierno. Es de esperar que, de seguir en esta postura, dicho sector económico entienda que el final de su pelea no debe jugar en contra de esa significativa porción de argentinos pobres que ronda el 30 por ciento de la población. Asimismo, el gobierno argentino deberá demostrar que su férrea defensa de las retenciones a las exportaciones agropecuarias no constituye un mero mecanismo de acopio de recursos fiscales para sostener su red de alianzas políticas, sino un genuino derecho como Estado para tomar dinero de quienes más ganan para entregar a quienes menos tienen.

No fue casual que dirigentes del campo como Eduardo Buzzi, titular de la Federación Agraria, advirtiera que en la Argentina kirchnerista no sólo ganó el campo sino también las entidades financieras. Éstas, lograron rentabilidad de más del 80 por ciento hasta el año pasado con tasas cuasi-usurarias para créditos personales del 55 por ciento, del 35 por ciento para los denominados “giros en descubierto” bancarios y del 30 por ciento para créditos hipotecarios.

Ante las crisis, la responsabilidad se transforma en un valor a ser alcanzado y cumplido por todos los sectores que, hoy por hoy, pueden y deben entregar algo de lo que obtienen como ganancia. De ahí a la auténtica solidaridad social hay solo un paso.


sábado, 21 de febrero de 2009

Preguntas al nuevo sujeto agro-sojero-exportador argentino

  • ¿Qué hizo con la rentabilidad de los últimos años de super-producción con valores internacionales históricos?
  • ¿Por qué dice que con su éxito se beneficiarán todos los argentinos si en la historia nuestra ninguna cosecha "nos salvó" como se dijo insistentemente desde el modelo agroexportador de 1880?
  • ¿Por qué será que los hombres y mujeres de los pueblos del interior comienzan a mirar a la Mesa de Enlace con cierto fastidio? ¿Será que con los reiterados paros y la seca se paralizó el sistema productivo regional con sus nefastas consecuencias económicas?
  • ¿Por qué la sequía pega tan duro a productores agroexportadores que bien podrían haber invertido en sistemas de riego?
  • ¿Por qué no hay inversión en perforación de suelo, ya que en lugares de aguda sequía existe agua subterránea?
  • ¿Cuántos de los productores que se ven perjudicados por la seca tienen contratado un seguro que los cubre?
  • ¿Cómo es eso de que con Biolcatti no hay recelos cuando el borrador que había avanzado en su negociación clandestina con De Vido concentraba los reclamos en torno a la producción de carne y leche, es decir, el negocio que él representa desde la SRA?
  • ¿Teme que el gobierno salga a las rutas y caminos rurales a fiscalizar y a embargar campos, maquinaria y producción de multimillonarios evasores del sector agropecuario?
  • ¿Son conscientes de que la producción que extraen de sus campos privados tienen efecto directo en el valor interno de los alimentos?
  • ¿Evalúan el riesgo que significaría caer en desabastecimiento en caso de abrirse irrestrictamente las exportaciones de materias primas?
  • ¿Por qué no hubo tractorazos, piquetes y marchas de repudio durante los 90, teniendo en cuenta el perjuicio que implicó para el país la convertibilidad y el encarecimiento de la producción argentina exportable?

No son de las preguntas que habitualmente se les hace a aquellos que se presentan ante las cámaras de televisión como verdaderos mártires del campo argentino.

Bien valdría la pena que muchos de mis colegas periodistas arriesguen avanzar con interrogantes de este tipo para no caer en el lamentable estado de agro-dependencia de los medios argentinos.

jueves, 12 de febrero de 2009

¿Qué pasa? ¿Se están volviendo todos demócratas?

Ayer lo escuché al colorete De Narvaez pidiendo responsabilidad a los empresarios ¡y que no echen trabajadores!

Hoy la Mesa Sojera "le pone el hombro al gobierno" y posterga los lock out patronales.


¡¡Y los lectores de Clarín electrónico dicen estar de acuerdo con los agrochacareros!!


¿Qué pasó que todos se vuelven demócratas?

¿Será que tanto jodimos desde el rincón de la resistencia de las izquierdas, progresismos, peronismos y socialismos que al final la derecha vernácula se pone un límite a sus ambiciones?

Habrá que ver si somos capaces de tanto... pero si así fuese, las palabras (las nuestras) se habrán mostrado por encima de su sonoridad y se ubicarán más bien a la altura de la materialidad de la construcción política a partir del discurso.

jueves, 21 de agosto de 2008

Oscar Moreno: debate ideológico y debate político en la realidad de la Argentina "sojizada"

Esta nueva entrevista fue realizada al profesor Oscar Moreno, titular de la Cátedra de Pensamiento Contemporáneo de la carrera de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Buenos Aires.

El eje de la charla es la postura de Moreno acerca del caliente y actual debate entre el Estado y grupos de interés como el sector agropecuario.

Para Oscar Moreno, esta puja no debe quedar atrapada en categorías ideológicas sino que es necesario que se traslade a la esfera del debate político.

La entrevista fue realizada en el programa "Con el Primer Mate", de la Radio de las Madres.

viernes, 15 de agosto de 2008

¡Piensa argentino, piensa!

Los que de vez en cuando entran a este blog ya sabrán que desde este espacio siempre proponemos pensarnos.

Esta propuesta se vio necesariamente fortalecida con los sucesos que se desataron en marzo de este 2008 y que mostraron un debate público sobre temas que hacen a la escencia de la realidad argentina, pero debate que careció y continúa siendo deficitario de pensamientos e ideas sustentadas en voces calificadas.

Para ello, este humilde rinón electrónico se propone colgar una serie de entrevistas a pensadores argentinos formados fundamentalmente del ámbito académico criollo. Con sus opiniones, justamente, queremos tratar de lograr que este debate actual tenga raíces sólidas que sostengan su fortalecimiento y crecimiento.
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En este post, reproducimos la entrevista al profesor Fortunato Mallimaci, sociólogo argentino, doctor en Sociología por la Ecole des Hautes Etudes en Sciences Sociales de Paris. Mallimaci es uno de los académicos de la Universidad de Buenos Aires que más trabaja en el estudio de las cuestiones del poder en la Argentina, a partir del juego hegemómico de actores como los sectores militares, la Iglesia Católica argentina, los movimientos obreros y los partidos políticos.

La entrevista fue realizada en el programa "Con el primer mate", que se emite de lunes a viernes de 7 a 10, en AM 530, La Voz de las Madres.

El punto de partida de la charla fue la posición de Mallimaci ante los sucesos protagonizados por la Mesa de Enlace Sojera, por un lado, y el matrimonio Kirchner, por el otro, en el debate por las retenciones móviles.

domingo, 20 de julio de 2008

Kirchnerismo y el volantazo para el cambio posible


El seis de julio pasado nos atrevimos a decir en este blog que el kirchnerismo DEBE iniciar una nueva fase política. Parece que no nos equivocamos, al menos en los trazos gruesos.

La ajustada victoria en Diputados y la derrota en el Senado no pueden esconderse tras argumentos vacíos, políticamente hablando. No se puede apuntar contra la deslealtad de diputados peronisas y de la centroizquierda parlamentaria en la Cámara Baja y arremeter contra la traición de Cobos en la Cámara Alta. El análisis debe ser más refinado.

Si hubo “defecciones” que provocaron el anticipado final del primer ciclo de Cristina en el poder, habrá que hurgar en las alianzas tejidas previamente. Si el kirchnerismo trabó esas alianzas con el cacicazgo de intendentes bonaerenses, si pactó con los gobernadores peronistas de servicios fáciles a cambio de billetes y si abroqueló a la patria sindical tras el proyecto político K, alguien quedó afuera. Y fue precisamente quien quedó relegado a un segundo plano dentro de la vereda oficialista, a la hora de la verdad.

No debe pasar desapercibido el poder de convocatoria que lograron mostrar en la calle numerosas agrupaciones sociales y movimientos políticos que fueron alentados desde sus orígenes por el propio matrimonio presidencial. Esos sectores fueron artífices del fallido intento de la transversalidad que Néstor Kirchner alentó con posterior desenlace liquidatorio. Fue luego la Concertación Plural la que retomó esos pasos constructivos de un nuevo espacio político, que apenas sirvió para que Cristina llegue a la presidencia. Pero esa alianza con radicales K terminó efectivamente defeccionando. Cobos fue la coronación de la traición.

Estos vaivenes aliancistas del kirchnerismo terminaron empujando a Néstor K a refugiarse en las estructuras del peronismo. Fue, como dice el tango, volver “a la casita de mis viejos”. Pero cuando llegó al viejo retoño, los padres políticos del partido ya habían fallecido. El hijo recién arribado quedó sólo en medio de un andamiaje partidario todavía sólido en lo que queda de él, pero de dudosa flexibilidad y proyección política para los tiempos que reinan y que se avecinan.

Parábolas aparte, la enorme pregunta es si Néstor Kirchner se equivocó al retornar al peronismo, como presidente del partido. Si el PJ sirvió para que Cristina llegue a la presidencia, ¿no estaba ya el objetivo cumplido?

Todo este recorrido no hizo más que frenar y desplazar del paisaje kirchnerista a las organizaciones incipientes que siguen pidiendo pista en la carrera por el armado de un espacio político nuevo, propio y por encima de las anquilosadas estructuras partidarias aún supervivientes de otros tiempos.

El célebre martes 17 de junio pasado, posterior a los cacerolazos clasemedista a favor de las patronales sojeras, Néstor arremetió públicamente con una inédita conferencia de prensa para convocar a la plaza del SÍ a la Democracia, que más bien resultó un Sí a Cristina acorralada por el lock out patronal y el ruido de las cacerolas urbanas de teflón. Ese mismo días, varios dirigentes sociales leales al oficialismo me transmitieron su fastidio por esa aparición pública del Pingüino junto a los caciques de la conducción peronista. A Néstor no le quedaba otra salida. La alternativa tendría que haberse concretada mucho tiempo antes. Si las organizaciones acompañaron sucesivamente las plazas del Sí a Cristina, las tropas peronistas aportadas por intendentes, gobernadores y sindicatos fueron en numérico descenso hasta mostrarse menos contundentes en la convocatoria del martes 15 de julio, frente al Congreso. El malestar con el Gobierno ventilado públicamente por intendentes como Espinoza de la Matanza y Curto de Tres de Febrero parecen ir en línea con ese desgano del peronismo callejero.

No hay que correr del análisis el hecho de que muchas de esas agrupaciones se componen de renegados dirigentes de la izquierda peronista. Sumados a ellos también existen distintas corrientes ideológicas afines, más la construcción propia del kirchnerismo de base. A este conglomerado K hay que aportarle el sindicalismo estatal embanderado tras la CTA, cuya personería gremial espera que los Kirchner otorguen sin más postergaciones.

Con todos estos condimentos, ¿es posible que el kirchnerismo fugue hacia una salida política auténtica de centroizquierda? Las posibilidades están; el resurgimiento y fortalecimiento de la clase media obrera urbana puede ser el público al cual dirigir y ofrecer esta propuesta pluripartidaria e ideológicamente compacta.

Estará en los Kirchner saber dar el gran paso. Si no, habrá que volver al viejo refugio del peronismo más rancio y conservador y tendrán que salir en pedido de auxilio a los radicales renegados del agónico partido centenario. Ambos socios ya mostraron las cartas durante el debate por las retenciones; ambos aliados defeccionaron (al decir de Cristina) pero más bien defecaron sobre el escenario de un nuevo país que el matrimonio presidencial intenta construir.

miércoles, 16 de julio de 2008

¿Marcha, marchita o marchota?



La agencia de noticas Paco Urondo se hizo eco de las serias sospechas sobre la manipulación de la cantidad de personas (o gente si apoya al cambio, viste!) que hicieron los medios de comunicación masivos.

Las dudas están planteadas.

No importa tanto si la patronal sojera llevó más o menos que el kirchnerismo.

Importa que no se mienta descaradamente sobre hechos que, hoy por hoy, interesan.

(Click acá para ir a la nota o click en la imagen)

Pero las criticas no termina acá.

El secretario de Extensión de la Universidad de las Madres de Plaza de Mayo, Oscar Natalichio, realizó el siguiente trabajo sobre los cálculos para poder determinar cuántos fueron a escuchar a Néstor Kirchner y cuántos a los Jinetes Sojeros.

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Los dos actos se desarrollaron ocupando una superficie total de 77.000 metros cuadrados.

Cada metro cuadrado puede ser ocupado, como promedio, por tres personas. Posiblemente 4 en los que se agolpan junto al palco, 3 en el medio y 2 en la parte más lejana, hasta donde se sientan en el suelo. Tres por m2 es una cantidad razonable. Prueba en tu casa y verás que es así.

Aceptando 3 personas por m2, los 77 mil m2 utilizados nos indican que participaron, como máximo, unas 231 mil personas. Son las que ayer se movilizaron en ambos actos, algo más de 200 mil.

Ahora trataremos de descifrar cuántas participaron del acto de Plaza Congreso y cuántas en el monumento a los españoles.

El acto de la avenida del Libertador ocupó 4 cuadras y media que redondeamos, para el cálculo, en cinco. La avenida posee un ancho de 50 metros. La superficie ocupada en de 50 metros de ancho por 500 metros de largo: 25 mil m2. A ello le debemos sumarle que, próximo al escenario se cubrió un espacio lateral de 50 metros de cada lado por otros 50 metros de fondo: 5 mil m2 más. Se llega así a 30.000 m2 con 3 personas cada m2 que hace un total de 90.000 concurrentes al acto de la oligarquía.

El acto de la Plaza Congreso ocupó el predio de las plazas, de 100 metros de ancho por 350 metros de largo: 35.000 m2. A ello debemos sumarle media cuadra de la avenida Entre Ríos hacia la calle Alsina y otra media cuadra de la avenida Callao hacia la calle Sarmiento: 1.500 m2 Y además agregar el trecho de la avenida de Mayo que va desde la calle San José hasta Lima (400 metros de largo por 20 de ancho) que estaba cubierta por los grandes sindicatos, entre ellos el de camioneros más las laterales de Rivadavia e Hipólito Yrigoyen: 10.500 m2 más. Se llega así a 47.000 m2 con 3 personas cada m2 que hace un total de 141.000 concurrentes al acto de defensa de la democracia.

Resumiendo:

Participación total: 231.000 personas. Al acto de la oligarquía 90 mil, al acto de defensa de la democracia 141.000.
Clarín informa que el acto oligárquico superó las 225 mil personas. Vos sacá tu propia conclusión.

Debo mencionar algunas particularidades:

Señalé superficies globales, los 77 mil m2, muy fáciles de comprobar, hasta las podés medir en un plano de cualquier guía.

No desconté los obstáculos, que existen, pero existen para ambos actos. Fuentes y monumentos en la Plaza y carriles anulados y en construcción en Libertador. Ellos pueden modificar un poco los cálculos pero no sustancialmente.

No incluí la enorme cantidad de personas que circuló por el acto del Congreso sin quedarse al mismo. Personas que no pertenecían ni a partidos ni a sindicatos y que pasaban a manifestar su apoyo. Fueron miles, por ello observables en las cuatro horas que llevó el acto desde su inicio. Aunque es difícil determinar cuántos miles fueron, sí se puede afirmar es que ese mismo fenómeno no se repitió en el acto de la oligarquía.

Un indicio de que lo que afirmé anteriormente es bastante real, mucha más gente en Congreso, lo da el hecho que la desmovilización del acto del Congreso llevó más de una hora y que la de Libertador menos de media hora, aunque cierto es que, en el acto de la oligarquía, muchos vivían ahí nomás.

Para mentir hay que ocultar y tergiversar la verdad, y eso es lo que hace el maestro del periodismo terrorista como lo es Clarín.

Clarín informa que el acto del “campo” convocó a más de 225 mil personas.
Clarín informa que la concurrencia del acto del “campo” triplicó la de Kirchner
Clarín muestra por Internet 12 fotos del acto de la oligarquía donde incluye dos de la multitud mostrando las dos primeras cuadras cercanas al palco.
Clarín muestra por Internet sólo 3 fotos del acto de la plaza Congreso y ninguna enfoca a la multitud, sólo al palco.


¿Querés calcular cuántas cuadras sería necesario cubrir para que en la ancha avenida del Libertador entraran 225 mil personas?

Cada cuadra, sin descontar nada, ofrece 5 mil metros cuadrados. A tres personas por m2, subidas incluso arriba de los árboles y de los semáforos, cada cuadra sería ocupada por 15 mil personas. Para que se junten 225 mil se requieren 15 cuadras). Y se ocuparon 5.

Esta gran mentira Clarín la puede imponer como verdad pues responde a los intereses de los grandes grupos económicos. ¿Y el canal oficial? Está muy ocupado en pasar dibujitos animados.

Para algunos puede no ser relevante señalar quién llevó más gente a los actos, pero no es irrelevante en absoluto señalar el poder siniestro de los medios y el nefasto papel que jugaron y van a seguir jugando en contra de la verdad y de la gente.

Oscar Natalichio
Secretario de Extensión
Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo
15 de julio de 2008

sábado, 12 de julio de 2008

La revolución gauchocrática: El lomo a 80 mangos


(click en la imagen para ir al link de la nota)

El gordito Upa se despachó con una como para que no queden dudas:

"... Y el que quiere comer lomo que lo pague 80 pesos el kilogramo, como pasa en Uruguay".

Buena frase para mostrarle a los caceroleros a quién apoyan cada vez que se dicen del lado del "campo".

No digan que no les avisamos, ¿eh?

jueves, 10 de julio de 2008

Aforismos sojizados


El Espacio Carta Abierta publicó hoy una serie de aforismos alusivos a los tiempos destituyentes que se viven gracias a la presión de la patronal sojera.

Para disfrutar y reflexionar!
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-Ayer golpearon las puertas de los cuarteles; hoy llaman a losgerentes periodísticos-¿Te acordás, hermano, de las cacerolas chilenas del 73?

-¿Te acordás, hermano, de Chile del 73? Pararon los camioneros ytrajeron a Pinochet-Si hay que disolver el Congreso, ¿habría que disolver el campo?

-La tierra es de todos, igual que el aire, el fuego y el agua-Los milicos de ayer son los medios de comunicación de hoy

-Los medios son las fuerzas de ocupación en las cabezas; hoy labatalla es en la mente-¿Qué golpe están cocinando las cacerolas?

-La barbarie mediática construye conciencias reaccionarias-La batalla política es una batalla cultural

-¿Se puede luchar contra la pobreza de la mano de la Sociedad Rural?-Liberen la escarapela. Firmado: French y Beruti

-Lo destituyente es vaciar los hechos de su historia y la vida de susmemorias

-Los medios agitan miedos

-Leen a la ida el Martín Fierro y a la vuelta los consejos de Berlusconi

-Proclaman la dignidad y engordan las billeteras

-Derrotemos la Séptimo de Ganadería

-¡Apagá la tele!; ¡prendé la cabeza!

- Aborreced las bocas que predicen desgracias eternas. Rubén Darío.

domingo, 6 de julio de 2008

Kirchnerismo, fase tres


El kirchnerismo tal como lo estamos viviendo acaba de entrar en una nueva etapa. Los tiempos políticos actuales, sumado a la coyuntura económica inestable a nivel internacional, con el agregado de los problemas propios de las cuentas internas, terminaron por pegar en las rodillas del gobierno de Cristina.

El conflicto tributario con la patronal sojera del campo argentino demostró que el estilo de gestión que Cristina quiso darle a su gobierno no dio resultado. Si su marido fue la primera fase del proyecto político que comparten, ella agotó rápidamente la segunda; y empieza obligadamente la tercera.

Mientras que Néstor K supo tejer una muy amplia red de acuerdos escritos y no escritos, los tiempos de Cristina eran, se creía, para administrar dicha telaraña de pactos. Si el ex presidente supo atar compromisos con poderosas estructuras políticas, sindicales, económicas y financieras, era para pasar a una segunda etapa del proyecto con un marco de certidumbre que evitara sobresaltos a la gestión de Cristina. Pero algo falló, algo no se tuvo en cuenta.

Durante casi cinco años, Néstor no precisó del debate interno en su espacio. Pero tampoco le interesó sostenerlo hacia afuera. La primera presidencia de los Kirchner fue políticamente introspectiva, con aisladas miradas hacia el afuera y con la sola intención de cooptar voluntades para el propio espacio. Con Cristina, el kirchnerismo pareció encaminarse hacia una apertura que permitiese bañar la política argentina con el ideario K. Fue un momento oportuno para pasar de la etapa estratégica del kirchnerismo a la fase de corte estadista.

Sin embargo, el encierro político terminó provocando serias fisuras al proyecto matrimonial. Todos los pactos alcanzados hasta marzo de este 2008 no alcanzaron para contener larvados intereses polítco-económicos que terminaron por hacerse sentir en las rutas del interior argentino y en una clase media claramente lejana a la vida político-democrática.

Es por ello que el espacio que aglutinan los Kirchner necesita abrir sus fronteras y extenderlas. No porque haya un interés personal de los que lo proponemos, sino porque el derrumbe de actual proyecto político anquilosado en el poder y amalgamado con la administración de Estado puede provocar una crisis política de alcance indeterminado. Y ese escenario no sería feliz para ninguno de los argentinos que pusimos el hombro para reconstruir institucionalmente nuestro país desde 1983 y a nivel político y económico desde 2002.

El primer signo positivo de cambio fue, precisamente, cuando hace unos viente días la Presidenta envió al Congreso el proyecto de retenciones móviles a la exportación sojera. Una decisión que ni se les hubiese ocurrido a los Kirchner el 11 de marzo pasado, cuando tomaron la decisión con la suficiente cuota de subestimación y ninguneo hacia los sectores económicos y financieros parados sobre el formidable negocio de la fiesta sojera.

El proyecto kirchnerista parece haber virado justo a tiempo. Hay espacio como para que el barco se reacomode en medio de la tormenta. Pero el nuevo rumbo a tomar debe demostrar que el espacio que supo construir Néstor y Cristina es mucho más flexible, amplio, plural y democrático, aún. Los tiempos actuales señalan a las claras que ante la avaricia sojera y la intolerancia cacerolera hay que pararse con excesivas convicciones democráticas; de esas que hacen creer al político que es más estadista que estratega, y que está más cerca del bronce que del barro.

sábado, 28 de junio de 2008

Nosotros y ellos


El tole-tole que viene sacudiendo la información diaria desde el 11 de marzo no hizo más que recrear un escenario político y social de interesantes características.

A partir de la mirada de los medios y de "la gente que hacen hablar los medios", estas son algunas conclusiones:
  • La polarización "campo-gobierno" mostró actores sociales disímiles en el campo de la acción mediática: por un lado la "gente" y por el otro los "piqueteros".

  • Es decir, aquellos que, por un lado, "viven del trabajo y el esfuerzo propio" y de, por el otro, esos que "viven gracias a lo prestado, a lo ajeno, al favor de lo público".

  • El enfrentamiento, contrapone a los que reniegan de la política y a los que "abrazan la política como politiquería" y como "rosca en propio beneficio".

  • La problemática también enfrenta a "los que quieren vivir de su trabajo" y los desean "vivir sin trabajar".

  • Las posturas antagónicas recrean viejos odios de clase: "nosotros", la clase media que se siente forjadora del sentir nacional y la clase media-baja o baja desocupada y "vaga" que busca zafar al calor de aquel que le tire "un puestito en el Estado".

  • Estos días de riña no hicieron más que resucitar en la Argentina una clara diferenciación entre "nosotros" y "ellos".

Como me dijo el filósofo y teólogo Rubén Dri, este conflicto de partes no es más que una lucha de clases condimentada por circunstancias que la hacen particular y apoyada en circunstancias precisas y actuales de la realidad social argentina.

Pero no deja de ser una clara lucha de clases:

  • "peques" y "tetistas", desde la mirada clasemedistas;

  • "golpistas" y "populares", para aquellos que abrazan el ideario nacional y popular que agita el kirchnerismo con dudoso anclaje en sus políticas de Estado.
Nosotros y ellos; Ellos y nosotros, en un país que NO fue dividido por el peronismo, sino que más bien cristalizó una estigmatización social larvada desde los comienzos de la República.

Dicha estigmatización fue constituída al calor de aquellos "padres de la Patria" y por sus sucesores herederos de una nación que, aún hoy, continúa dividida en sus raíces sociales.

El conflicto patronal agraria-gobierno no hace más que agitar este antagonismo de clase y hace visible esa escisión social que la Argentina supo contrastar con la pujanza de los sectores medios-urbanos-obreros que hoy piden volver al escenario que supieron ocupar.

¡Es la política, nabos!

Claro, hasta ahora no todos habían tomado debida nota de la realidad argentina.

Entre el capricho sistemático de los K y el festín sedicioso de los muchachos de la gauchocracia (ya dijo en post anteriores que la palabra es de Aliverti, ¿no?) todo llegó a estar al borde del abismo.

Hasta que el propio matrimonio pingüino se dio cuenta de que la única salida para evitar el colapso general del país era fugar hacia la política.

Suerte grande fue esta idea, ya que a la patronal agropecuaria ni loco se le hubiese ocurrido transformar su reclamo tributarista en una pelea de corte político.

Esta voltereta político-democrática del kirchnerismo fue precisamente lo que no hizo en la constitución de mayorías en el Congreso y mientras construyó poder por fuera de las instituciones.

Fue una suerte de empacho de poder que terminó perjudicando el sistema digestivo del espacio K.

Ante el enemigo sojero, todo cambió y ahora vuelven a funcionar estructuras que, mal que mal, dan un halo de democracia al debate entre sectores antagónicos.

Uno de esos lugares de debate es el Congreso.

Bienvenida la corrección de errores!

¡Viste, era la política, nabo!

sábado, 14 de junio de 2008

¿Policía mejor, policía peor?

En este espacio, quedó claro que nos gusta diferenciar entre los distintos tipos de piquetes.

Si bien es cierto que hay piquetes y piquetes, hay policías y policías.

¿Será lo mismo una policía del primero mundo comparado con uno del tercero?


La pregunta la planteo porque algunos medios instalaron la idea del desalojo por la fuerza como alternativa legalista para despejar las rutas cortadas por el lock out de la gauchocracia (término acuñado por Eduardo Aliverti).

Entonces, ¿será lo mismo desalojar rutas con fuerzas de seguridad bien reclutadas, bien entrenadas y bien pagas que hacerlo con fuerzas reclutadas de donde se puede, entrenadas con lo que hay y pagadas con lo que alcance?

Puede ser que en acciones puntuales o en reiteradas intervenciones durante un breve tiempo no se adviertan diferencias notables entre fuerzas de seguridad del primero, segundo, tercero o último mundo.

Pero ante una eventual escalada del campo por ocupar calles, caminos, rutas y demás espacios públicos se observa una nebulosa ante dicho escenario


Es difusa la eficiencia en el cumplimiento de la ley que puedan hacer fuerzas de seguridad como las argentinas en escenarios en los cuales se deban ejercer efectivas medidas de control, de prevención y de eventual represión contra los manifestantes que ocupen dichos espacios públicos.

La historia contemporánea argentina explica y mucho nuestro temores.

Para finalizar:

  • Tenemos muy claro (lo reitero) que hay piquetes que en tiempo y forma pueden justificarse.
  • Pero un piquete tributarista es lisa y llanamente un lock out patronal, NO un paro de trabajadores.
  • Habrá que ver quién está dispuesto a llevar sus pretensiones hasta las últimas consecuencias (tanto ruralistas como Estado a través de sus fuerzas de seguridad).
  • Es decir: habrá que seguir de cerca quién querrá traspasar el límite de sus propios derechos, deberes e intereses, y poner en riesgo aquello tan preciado para cada sector.

Crucemos los dedos.

sábado, 31 de mayo de 2008

Hay piquetes y piquetes...


¿Qué es cortar una ruta?

¿Qué significado social y político tiene interrumpir el tránsito?


¿Un piquete es igual de bueno o malo, independientemente de quién lo hace?

¿Hay causas más justas que otras que justifiquen el corte de rutas?

¿Es la ley suficientemente discriminatoria como para diferenciar entre "cortes justificables " y "cortes injustificables"?

Está bastante claro que la Argentina tiene problemas con las leyes; mejor dicho: los argentinos tenemos problemas con las leyes y es más que entendible.

En el caso de los piquetes camperos se instaló el siempre binario debate sobre si los cortes de ruta están bien o están mal.

Claro, cuando vamos a la ley no encontramos mucho más que el artículo 194 del Código Penal que establece penas de hasta dos años de prisión a quien interrumpa el transporte por tierra, agua o aire (o click en la imagen para ir al Código Penal)

Pero la cuestión no parece tan simple.

En la siempre saludable gimnasia de problematizar aquello que parece natural, hay que decir que la ley no tiene en cuenta el tipo de reclamo y quién es el que decide salir a cortar una ruta.

Y pregunto:
  • ¿es lo mismo que corte la ruta un productor rural que un desocupado?

  • ¿Es lo mismo el piquete de un sector social que suele gozar de beneficios estatales como el crédito de la banca pública que el piquete de grupos de manifestantes que reclaman una ayuda estatal para trabajar, para comer o para tener un mínimo techo bajo el cual dormir?
Evidentemente, la ley puede tipificar distintos delitos, puede determinar distintas penas, pero no siempre tiene el prisma adecuado como para comprender nuestra realidad y así regularla.

Es prudente, entonces, que se debata a partir de la certeza de que NO es lo mismo quien corta una ruta porque ya perdió todo, que aquel que interrumpe un camino porque tiene miedo de dejar de ganar o quiere obtener más en el negocio por venir.

Para darle mayor profundidad al debate, solo basta con remontarse a los orígenes de los piquetes en situaciones sociales dramáticas como fueron las de Cutral Có, Plaza Huincul, Mosconi y Tartagal.

Hay piquetes y piquetes...

jueves, 29 de mayo de 2008

Esquivando el bulto


Ya se dijo en este espacio que lo mejor que le puede pasar al kirchnerismo es que haya confrontación.

Es un escenario en el que se diluyen otras discusiones de fondo, preocupantes y más relevantes que la novela de las retenciones.

Pero el gobierno viene esquivando el bulto.

La inflación, sin duda, es una cuestión central ya que implica poner sobre las cuerdas los salarios, los créditos y desdibuja el horizonte de millones de argentinos atados ÚNICAMENTE a un sueldo.

Ojalá que los muchachos K estén pensando los temas que abordarán y a los que les darán solución una vez que los campos-boys levanten el paro y vuelvan a facturar.

El inconveniente es que los que apoyan al gobierno de Cristina, más allá de estar a favor en la pelea con el campo, no estarán tan firmes en la vereda K cuando esta tormenta pase.

El bajofondo argentino es que los sueldos se empiojan y desdibujan ante la suba de precios.

Y si no, presten atención a los rostros de la gente frente a las góndolas o haciendo fila en un banco.

En la Argentina, cuando los intereses pequeño-burgueses se ven rodeados, el habitante promedio se cree más patriota que San Martín y Belgrano.

Si no tiene iniciativa para hacer una gesta patria por su cuenta, ese argentino es capaz de apoyar a cualquier monigote (político o no político) con suficiente astucia como para convertirse en "defensor de los intereses de la Patria".

Me gustan los gobiernos plurales con acento en lo popular.

Pero en la Argentina, desatender a la clase media es un juego político demasiado peligroso con costos que pueden ser altos, sobre todo, si sus billeteras empiezan a flaquear.

lunes, 26 de mayo de 2008

Análisis campero-paleolítico


¿No será demasiado antiguo evaluar la capacidad movilizadora de un sector político o social por su convocatoria a un acto o marcha?

¿Con qué elementos de análisis se puede asegurar que a mayor movilización de personas mejor y más fuerte será la constitución de todo grupo que logre esa convocatoria?

¿No serán esos analistas más bien antropólogos en búsqueda del ya inexistente eslabón perdido?

Creer que la política es arrastrar gente puede ser cosa de políticos de antaño.

Pero que lo crean los sectores que se dicen y se creen en la vanguardia ("más allá de la política", dirán), creídos de estar parados más en el futuro que en el presente de un país denota seriamente que son tan paleolíticos como los que componen gran parte de nuestra clase de dirigentes políticos.

Muchachos: miren los fenómenos de Macri, Scioli, Carrió y hasta del propio Néstor de 2003 y se darán cuenta de que, a la hora de la política, la muchedumbre es más humo que fuego.