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jueves, 27 de mayo de 2010

Calamaro en su tinta, contra el tinte con que los medios tiñen la realidad

A un buen académico de cualquier universidad distintiga no podría haberle salido mejor:


“La gente puede hablar de jugador por jugador y, sin embargo, le preguntas de política y te dicen 'son todos iguales'. No arreglan los baches. Creo que estamos entrenados a palos para no pensar seriamente en los políticos”.
 Completita, la nota acá.

lunes, 7 de septiembre de 2009

¡Fueron por el INDEC, vienen por IBOPE!

Una de las canalladas más groseras de los medios es el sostenimiento de las mediciones de IBOPE.

La "prensa seria", en especial la que emite contenidos en radio y televisión no se cansa de denunciar los dibujos del INDEC.

Pero, ¿por qué no denuncian los números creativos de IBOPE, única empresa encargada de medir audiencia radiales y televisivas, cuyos métodos están más en duda que los que utiliza aquel organizmo público de estadísticas y censos?

Ante este estado de cosas, leemos...

Quieren crear un Ibope estatal

El vicepresidente de la Comisión de Comunicaciones de la Cámara baja impulsa la creación por ley de un organismo que controle el nivel de audiencia de los medios.

En el marco de las fuertes críticas que desde la oposición se lanzan contra el Gobierno en torno a la ley de Medios Audiovisuales que el kirchnerismo busca aprobar antes del recambio legislativo, el diputado Gustavo Cusinato advirtió que la nueva norma debería tener un capítulo especial dedicado a la pauta oficial.

“Todos sabemos que ha sido un mecanismo para presionar, para cooptar periodistas o medios que le interesaban al Gobierno”, señaló el vicepresidente de la Comisión de Comunicaciones de Diputados en relación a la pauta oficial. Al respecto, señaló que “sabemos muy bien que algunos medios, en la crisis que estamos viviendo, están absolutamente desfinanciados; pueden ser barato comprarlos si no tienen hoy pauta oficial y al otro día que pertenecen a un grupo económico amigo pasan a tener la pauta oficial”.

Por eso es que el legislador radical entrerriano anticipó la presentación de “un proyecto que tiene que ver con un organismo que controle el nivel de audiencia y no lo tenemos. Porque debe haber un marco sobre cómo se distribuye la pauta oficial, con cuestiones técnicas y no políticas ni subjetivas”, remarcó en diálogo con Parlamentario.com


miércoles, 6 de mayo de 2009

¿Qué haremos cuando logremos el paraíso mediático?

Para los que están atentos al debate sobre la nueva Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual es interesante ir un poco más allá de las frases hechas sobre la importancia de una nueva normativa que desplace la impuesta por la dictadura en 1980.

Es que lo más fácil en el debate es coincidir en aspectos como "la pluralidad de las voces", "el reparto equitativo de licencias", "la limitación del negocio mediático" y tantas otras frases remanidas.

A raíz de una charla que mantuve con el colega y compañero Eduardo Aliverti surgieron ámbitos de debates nuevos e inexplorados hasta ahora, al menos para mí.

Uno de ellos es aquel que aborda la cuestión de quienes serán esos nuevos actores mediáticos y qué medio ocuparán una vez barrido "el eje del mal" integrado por Clarín, los Vila, los Manzano, los De Narváez y otros.

Aliverti aporta algunas definiciones (entre muchas otras) que creo que son dignas de ser tenidas en cuenta para masticar y saber asimilar intelectualmente en la discusión sobre ese añorado escenario de las libertades mediáticas.

Ahí van algunas:
- “Puede haber un grupo que reemplace a Clarín”

- “Que (el mercado de medios) vaya a diversificarse no quiere decir que vaya a ser mejor porque se puede diversificar entre pocos”

- “Si todo eso se da (la aprobación de la nueva Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual) después viene es que eso que llamamos el campo popular, o como quieras llamarle, dentro del cual se asuma que tienen que capacitarse para dar la mejor radio, la mejor tele, en definitiva, dar una lucha política (…) recién entonces podremos decir que la ley habrá servido”

- “Siento que algunos pueden llegar a creer que la ley es una herramienta más o menos mágica, que porque habilita técnicamente la introducción de nuevos actores, implica necesariamente que habrá una mejor radio, una mejor TV por el solo hecho de que aparezcan esos nuevos actores”

“Acá hay que capacitarse, hay que entender cómo se maneja una herramienta de esta naturaleza (…) uno de los grandes desafíos políticos es que el campo popular sepa manejar medios de comunicación, sino estamos listos”.


audio del programa "Con el Primer Mate"
AM 530 La Radio de las Madres


viernes, 24 de abril de 2009

Medios haraganes

Nuestra contemporaneidad social vive un proceso de búsqueda del equilibrio entre lo que la gente vive en sus vidas cotidianas y lo que los medios de comunicación propagan como “su” cotidianeidad, “su” verdad.


No será fácil hallar ese lugar medio en el cual confluyan ambas miradas sobre la realidad que nos circunda.


Pero el debate es acerca de qué realidad vamos a tomar como verdad; pareciera que el camino en el que nos posicionamos es en el del esclarecimiento filosófico, pero intentaremos ir por otros senderos menos ambiciosos.


Al encender nuestra atención en las charlas de familiares, amigos y circunstanciales interlocutores los temas de interés mediático brotan por doquier.


Es así que hasta nuestros pequeños hijos de no más de 10 años terminan captando parte de esas construcciones mediáticas para tomarlas como parte de sus diálogos de niños; “¿viste que a una señora la golpearon en la cabeza para robar en su casa?”; “ayer el noticiero dijo que el gobierno es sordo”, y otros comentarios del mismo tenor.


¿Por qué será que nuestras sociedades, desde los adultos hasta esos pequeños, terminan debatiendo sobre lo que los medios instalan como temas de interés? ¿Se acabaron nuestros problemas personales, o bien ponemos nuestras cuestiones y las ajenas en planos de igualdad?


Esta toma de temas “de prestado” parte de una haraganería intelectual de vastos sectores sociales que, definitivamente, entraron en la etapa de pasividad racional para dar lugar a una actitud de recepción benevolente de cuanto tema se le proponga como de supuesto interés público.


¿Quién discute hoy si lo que se informa en la televisión, radio o en la mismísima Internet resulta realmente interesante?


Peor aún: ¿quién puso en duda la credibilidad de lo que “vomitivamente” se informa minuto a minuto en señales televisivas de noticias por cable, por ejemplo?


El sociólogo y filósofo estadounidense Alvin Gouldner señalaba que la ideología permite que personas, aún alejadas geográficamente, puedan confluir en ideas comunes, capaces de transformarse en motivadoras de acciones políticas colectivas. Sería algo así como lograr ponerse en puntas de pies en medio de una multitud para poder encontrar a aquel otro con quien compartir un buen motivo en común como para partir del lugar. Una tarea difícil por cierto, pero no imposible, siempre y cuando exista la voluntad de escapar de esa masa humana ingente e informe para sumarse a aquellos con los cuales creemos poder unirnos.


¿Quién está realmente dispuesto a semejante desafío?


La haraganería intelectual nos ha empujado a seguir siendo parte de esa turba humana, pero creídos de ser parte de un debate ideológico público y participativo por el sólo hecho de mirar todos hacia el mismo escenario del espectáculo mediático.


Mirar concentradamente hacia el show de los medios y adherir a sus contenidos no nos hace parte del evento más que como espectadores; la posibilidad de elegir el repertorio del mismo es imposible o por lo menos indirecta, diferida y parcial; apenas si podremos cambiar algo de los medios de comunicación mediante alguna inquietud marketinera de las empresas de comunicación en su público televidente, oyente o lector.


La creencia es poder ser agente de cambio de lo que se debate mediáticamente.

Recientemente la Argentina vivió una situación que pinta de cuerpo entero la cuestión.


Como consecuencia del asesinato de un asistente de la conductora televisiva Susana Giménez y el crimen de un hombre, vecino del empleado de la diva argentina, se conformó un (supuesto) grupo espontáneo de hombres y mujeres exigiendo seguridad, castigo a los delincuentes y hasta la muerte para los asesinos.


La movida terminó en una convocatoria ampliamente difundida (una vez más) por los medios de comunicación a realizarse en la Plaza de Mayo, frente a la sede del gobierno nacional.


La marcha por la seguridad tuvo decenas de miles de adherentes a través de distintas redes sociales de Internet, especialmente Facebook; pero el resultado real, concreto, palpable en los alrededores de la histórica Plaza, fue exiguo.


De los cerca de 80.000 ciudadanos comprometidos que dieron su visto bueno a la movilización apenas 1.000 ó 2.000 fueron los que asistieron a la convocatoria.


Moraleja: varias, por cierto; pero una de ellas puede ser que aquello de que apretando teclas y botones de mouses no se logra ser mejor ciudadano, más comprometido y más próximo a las causas que creemos justas.


Incluso la abundancia de “causas nobles” termina por hacernos adherentes “por default” a toda movida bien intencionada; es como dar monedas indiscriminadamente a toda persona que pida una ayuda en la calle, sin al menos poder indagar de tanto en tanto hacia donde van nuestras donaciones al paso.


Volvemos a la haraganería, sin dudas, a la intelectual, claro.


Y es que la recurrencia de ese estado mental no es más que un prerrequisito de la civilidad contemporánea.


Basta con prender un televisor, encender la radio o entrar a cualquier sitio www para creernos parte del mundo; y con derecho a cambiarlo.


Ya veremos si lo cambios que necesitan nuestra movilización social se darán por simple doble click o por acción militante a la vieja usanza; puede ser que estemos en el momento de la muerte de un modo de participación para dar nacimiento a otro.


Pero siempre hay que tener presente que en estas pampas rioplatenses y aún en el anhelado primer mundo actual, el cambio parece seguir lográndose poniendo el cuerpo.


Son realmente interesantes e impactantes social y políticamente, por ejemplo, las imágenes de trabajadores franceses o alemanes tomando como rehenes a sus jefes por dejarlos en la calle, sin trabajo.


Incluso desde antes del estallido de la crisis mundial, no han sido menos movilizadoras las marchas contra la ETA en España, contra la mafia en Italia, a favor del régimen castrista, aún hoy, en Cuba e incluso en la Argentina la multitudinaria convocatoria que, aunque sólo una vez y de manera cuestionable, logró realizar el sector agroexportador criollo contra el gobierno de Cristina Fernández, durante gran parte del año 2008.


Pareciera que algunos hombres y algunas mujeres, en este joven siglo XXI, todavía siguen apostando a la acción directa, concreta y palpable como método para lograr un cambio posible de su realidad.


Sin embargo, no hay que engañarse, y en cambio habrá que advertir si esa decidida acción de lanzarse a las calles es fruto de un auténtico estado de conciencia colectiva, lejos de la pretendida ambición mediática de instalar como “opinión pública” sólo aquello que desean transmitir y que resulta ser en definitiva SU “opinión publicada”.

miércoles, 18 de marzo de 2009

El kichnerismo está perdiendo por afano... en los medios

Un simple reflexión en medio del trabajo:

¿Qué grado de influencia tiene en la pasiva audiencia y teleaudiencia mediática la presencia casi exclusiva de opositores al kirchnerismo en las mesas de debate de radios y canales de televisión?

¿Por qué rara coincidencia los programas político ponen proporción de figuras opositoras y oficialistas de tipo 2 a 1, 3 a 1, 4 a 1 o 5 a 1?

Los medios parecen que ya dan por hecho la derrota K, y lo dejan claro y plasmado ante sus clientes televidentes y oyentes.

Para refrendar lo dicho, prendan radios y televisores y después me cuentan.

domingo, 22 de febrero de 2009

¡Jodete!

Una breve lista de "dramas" que los medios difunden.

Los escaladores del Aconcagua: ¿quién te mandó a trepar ese monstruo de piedra y nieve?

Los pasajeros de cruceros varados en la Antártida: ¿qué tendrán que decir los que fueron pasados por arriba por el alud de Tartagal?

El aumento de la escuela privada: ¿no será la hora de apostar a que nuestros hijos se crien en un ámbito cercano a la realidad como es la escuela pública en vez de ese verdadero Gran Hermano educativo que es la escuela de apellido inglés?

La suba de la luz para los que más consumen: polémica por cierto, pero: ¿cuánto consume Ud. de electricidad? Le doy un ejemplo: dos computadoras, dos acondicionadores de aire, dos televisores y luces varias, todo con consumo racional... ¡menos de 700 Kwh contra los 1.000 de umbral de castigo. Saquen sus conclusiones!

La violación de Facebook a la privacidad de sus usuarios: ¿qué necesidad hay de meter un perfil personal con listas de amigos en Internet? Y en todo caso, ¿quién va a creer que hasta ahora no hubo violación de privacidad, por ejemplo, en Blogger, Wordpress y demás?

lunes, 27 de octubre de 2008

Medios-lógicos


"En todo brote de inseguridad mediáticamente emitido hay como protagonista una víctima de la delincuencia ubicada socialmente en sectores medios altos".

"Nótese que, cuando hay episodios que involucran a ciudadanos de niveles medios bajos, los casos suelen no estar encadenados en una seguidilla de inseguridad".

"¿Será que un misma barriada de clase media, media-baja no sufre sucesivamente episodios de "inseguridad"?; ¿o será que los hechos suceden ya fuera del alcance del interés mediático?".

"Luego de casos que involucran a personas socialmente bien acomodadas viene otro cuyo protagonista vuelve a ser un integrante de ese mismo nivel social o más bajo; en menor medida, la lógica puede darse a la inversa".

"Los medios instalan casos de inseguridad con peligrosas conclusiones a priori sobre lo acontecido".

"Incluso los investigadores suelen ventilar sus hipótesis que posteriormente son difundidas por los medios, lo que las transforma en verdades precarias y provisorias, pero verdades mediáticas al fin".

"Esta dinámica mediática empuja a los investigadores policiales a detener-porque-sí".

"Ese porque-sí es acompañado, por lo general, de características estereotipadas del sospechoso del delito de turno; del supuesto olfato policial al error de procedimiento hay sólo un paso".

"El estereotipo en cuestión facilita al siempre cuestionable accionar policial a detener de acuerdo a la demanda; oferta policial a la carta, digamos".

"Todo lo dicho es tan contrastable con la realidad como el axioma mediático que afirma que un choque y demoras en el Camino Negro nunca será tan importante como otro similar en la Panamericana, por la sencilla razón de que los gerentes de dichos medios no se atascan camino a Lomas de Zamora, sino rumbo a Pilar".

"Estas son algunas de las lógicas de los medios, ¡Ampliaremos!".

sábado, 19 de abril de 2008

Tarde, tarde, tarde... muy tarde

Todos llegaron tarde para apagar o para hablar del fuego de los pastizales del Delta.

Ante todo, el que llegó tarde fue el gobierno nacional.

Hoy es ligero decir que apagar cerca de 500 focos es imposible.

Más bien hubiese sido prudente y previsor haber combatido las primeras llamas, hace dos semanas.


Pero además, también llegaron tarde los medios.

¿Después de cuántos días empezaron a aparecer las imagenes de los pastizales en llamas?

(Click sobre las imagenes para abrir los sitios)


domingo, 6 de abril de 2008

Mi amigo, los Kirchner, los medios y el Observatorio

Este mail me lo mandó un amigo que anda realmente preocupado por la calidad de la libertad de prensa en nuestro país.

Lo entiendo.

A veces, por verla de adentro, la historia no puede apreciarse en toda su dimensión.

Por eso valen tanto los amigos; sobre todo los que piensan.
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Querido Diego:

Ando preocupado por lo que nos está pasando a los argentinos. Es que cerrado mediáticamente el conflicto entre el gobierno y el campo, se abre un espacio obligadamente interesante para el debate sobre el rol de los medios de comunicación, las noticias, el poder político y los negocios. Todos estos condimentos van salpimentando la realidad argentina. La nota de hoy de Lanata en Crítica no hace más que reflejar parte de la historia en cuestión. Pero, justamente, es un parte, no toda.

El entrecruce de intereses hace que medios y gobierno nunca se lleven bien; bah, siempre y cuando haya reparto de negocios. Billetera en mano, cualquier gobierno de turno puede lograr una pax adecuada; y los Kirchner lo hicieron. No es nuevo que un grupo periodístico puje por más beneficios y privilegios; pero cualquier otro grupo económico haría y hace lo mismo. Pero a la hora de los momentos políticamente críticos, los pactos preexistentes deben dar su resultado.

Ante el conflicto con el campo, el gobierno de CFK se vio ante la realidad de los medios "rebeldizados" dándole aire, micrófono y participación a los productores rurales. ¡Traicioneros, Malagradecidos!, habrán gritado en Balcarce 50.¿Y por qué habrá sido tanta calentura? Bueno, está claro que los K fueron muy atentos con los medios de comunicación.

Prorrogaron licencias para la explotación de señales de radio y televisión, condonaron deudas y permitieron fusiones empresariales-mediáticas que avanzan sobre la pluralidad de los medios. En términos K, fueron demasiadas concesiones como para, encima, tener que presenciar el acto de "libre expresión" que significó ver a tanto productor agropecuario gritando y hasta puteando a la presidenta.

Muchos ven a los Kirchner como potenciales Cháves a la hora de fustigar a la prensa opositora. Pero recuerden de don Hugo no renovó licencias a los canales que consideraba enemigos, teniendo en cuenta que las licencias no son de las empresas de medios, sino que son administradas por los Estados en base a convenios internacionales. NADIE ES DUEÑO DE LAS FRECUENCIAS; los Estados son administradores y los explotadores podrán ser tanto públicos como privados. De este modo, las diferencias están planteadas claramente entre los K y el bolivariano.

Todos lo gritos del matrimonio contra los medios serán pura espuma en tanto y en cuanto no avancen con medidas concretas como, por ejemplo, el impulso de una nueva ley de Radiodifusión mientras la actual sigue vivita y coleando como lo hace desde aquel día (de principios de los 80) que la promulgó la dictadura genocida y facinerosa que gobernó la Argentina desde el 76 hasta el 83.

Un Observatorio para evaluar los contenidos eventualmente discriminatorios emitidos por los medios no hace más que eso, espuma.

Un abrazo grande.
Tu amigo Xxxxx Xxxxxxxx