El tole-tole que viene sacudiendo la información diaria desde el 11 de marzo no hizo más que recrear un escenario político y social de interesantes características.
A partir de la mirada de los medios y de "la gente que hacen hablar los medios", estas son algunas conclusiones:
- La polarización "campo-gobierno" mostró actores sociales disímiles en el campo de la acción mediática: por un lado la "gente" y por el otro los "piqueteros".
- Es decir, aquellos que, por un lado, "viven del trabajo y el esfuerzo propio" y de, por el otro, esos que "viven gracias a lo prestado, a lo ajeno, al favor de lo público".
- El enfrentamiento, contrapone a los que reniegan de la política y a los que "abrazan la política como politiquería" y como "rosca en propio beneficio".
- La problemática también enfrenta a "los que quieren vivir de su trabajo" y los desean "vivir sin trabajar".
- Las posturas antagónicas recrean viejos odios de clase: "nosotros", la clase media que se siente forjadora del sentir nacional y la clase media-baja o baja desocupada y "vaga" que busca zafar al calor de aquel que le tire "un puestito en el Estado".
- Estos días de riña no hicieron más que resucitar en la Argentina una clara diferenciación entre "nosotros" y "ellos".
Como me dijo el filósofo y teólogo Rubén Dri, este conflicto de partes no es más que una lucha de clases condimentada por circunstancias que la hacen particular y apoyada en circunstancias precisas y actuales de la realidad social argentina.
Pero no deja de ser una clara lucha de clases:
- "peques" y "tetistas", desde la mirada clasemedistas;
- "golpistas" y "populares", para aquellos que abrazan el ideario nacional y popular que agita el kirchnerismo con dudoso anclaje en sus políticas de Estado.
Nosotros y ellos; Ellos y nosotros, en un país que NO fue dividido por el peronismo, sino que más bien cristalizó una estigmatización social larvada desde los comienzos de la República.
Dicha estigmatización fue constituída al calor de aquellos "padres de la Patria" y por sus sucesores herederos de una nación que, aún hoy, continúa dividida en sus raíces sociales.
El conflicto patronal agraria-gobierno no hace más que agitar este antagonismo de clase y hace visible esa escisión social que la Argentina supo contrastar con la pujanza de los sectores medios-urbanos-obreros que hoy piden volver al escenario que supieron ocupar.
Dicha estigmatización fue constituída al calor de aquellos "padres de la Patria" y por sus sucesores herederos de una nación que, aún hoy, continúa dividida en sus raíces sociales.
El conflicto patronal agraria-gobierno no hace más que agitar este antagonismo de clase y hace visible esa escisión social que la Argentina supo contrastar con la pujanza de los sectores medios-urbanos-obreros que hoy piden volver al escenario que supieron ocupar.
2 comentarios:
Lucha de clases, si, con un fin claro: que la redistribución sea un poco más justa. De repente todos nos enteramos de las cifras de ganancias (extraordinarias) que recibe un sector de la economía sin el menor esfuerzo.
Lucha de clases, peques y tetistas, golpistas y populares, sea lo que sea, es una lucha por un modelo, más allá de la victoria política que tengan o no los kirchner.
Es una lucha en donde se pone en juego el poder del matrimonio y también la idea de justicia social que tiene el pueblo (sobre todo la clase media).
En fín, como diría Carlin...es una lucha...
SOMOS GENTE COMÚN, COMO VOS,
QUE TOMAMOS LA INICIATIVA...
EL DOMINGO 6 DE JULIO
NO COMPRAMOS CLARÍN!
ni entramos a su Web.
Por UN DÍA decidimos informarnos por otros medios.
La finalidad de esta protesta es mostrarle al grupo Clarín que queremos información objetiva y
no que quiera modelar nuestro modo de pensar.
Consideramos que la omnipotencia mediática que impone el grupo Clarín:
no es sana para la pluralidad democrática.
SUMATE!!!
y Difundilo!.
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