La Gran Marcha que no fue tal, dejó más que tela para cortar.
Fue la prometida Movilización contra la Inseguridad o contra los K, frente a la Quinta de Olivos.
Como dijo Crítica: "198 manifestantes contra 140 policías".
Pero sin entrar en cuestiones de por qué la cruzada anti-inseguridad-anti-Néstor-anti-Cristina movilizó pocas personas, la mirada la pongo en la contra-marcha.
Gustavo y Laura Melmann, Luis Bordón, Dolores Demonty, Rosa Bru, Raquel y Jorge Witis, entre otros, denotan una pertenencia social bien distinta a aquellos que organizaron el "evento cívico"; son familiares de víctimas de la inseguridad, pero vienen de otro lado.
También se movilizaron a Olivos para repudiar esa marcha de demócratas.
De un lado, ellos, los que no paran de andar con lujosas 4x4 por su calles y avenidas prolijas, adoquinadas por gusto, amenazadas por la negritud que sorprende y asalta.
Enfrente, nosotros, los que habitamos barriadas que fatigamos a diario con la suela de nuestras zapatillas y zapatos dificultosamente comprados; los que sorteamos pozos, baches y adoquines mal unidos, fruto de los años que carcomen nuestros barrios; y también somos robados y muertos por ese flagelo mediáticamente construido como "ola de inseguridad".
Todos estamos en la misma, en todo caso.
Pero algunos se sienten con el deber de salir a reclamar, porque sus fincas se ven rodeadas por la delincuencia.
Bien vale salir a la calle a reclamar; pero transformar todo reclamo en político y pretender tumbar al gobierno de turno por ese oficio de derrocar-por-odio no parece cuajar por nuestras barriadas claseobreras.
Todavía somos invisibles para la mediatización de los medios.
Pero el contexto económico y social de crisis mundial y sus efectos en la Argentina no sólo provocará despidos.
Sería, en todo caso, el marco de surgimiento de una clara reacción Nac. y Pop contra aquellos que, luego de reclamar más seguridad, despiden trabajadores "por las dudas".
"Dejen de explotarnos, porque si reventamos, los vamos a salpicar", rezaría amenazante un oportuno graffiti de ocasión en cualquier pared de nuestra barriada popular.
"Con los trabajadores no se jode", podría lanzar otra inscripción callejera, con el mismo tono de desafío a esa derecha que se abroquela y se adiestra en el odio a todo lo que huela a popular.
En estas crisis se suelen parir nuevos líderes.
Ojalá que los que vengan nos vuelvan a hacer visibles.
Perón ya lo hizo una vez; Otro podría volver a hacerlo.
1 comentario:
¿viste el equipito que está armando Macri para formar a la nueva policía? tre-men-do.
Una idea (ninguna genialidad) me estuvo rondando la cabeza toda la mañana...la gente votó eso. No sirve para nada escandalizarse y denunciar a esos personajes siniestros...si eso es lo que quieren los tilignos de zona norte (sea de capital o provincia). Eso es lo que les va a dar también Scioli, devenido en algo que siempre fue y que néstor trató de vendernos de otra manera. Hoy ando de capa caída, compañero!
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