Lo digo con toda solemnidad: estoy a favor de la libertad de expresión... y de la felicidad, también.
viernes, 1 de agosto de 2008
!Ojo!: Un país más tranquilo no es un país más normal
¡Qué linda que se puso la Argentina!
Todos dialogan.
Cristina recibe a la CGT y sienta a la misma mesa, codo a codo, a los dos Hugos, el blanco y el negro (de acuerdo a las categorías de Verbitsky).
El jefe de gabinete recibe a los gobernadores propios y ajenos.
Cobos dialoga con socios radichas y recibe en su despacho a Solá y De Angeli.
La presidenta se reúne con su vice y después da su primera conferencia de prensa.
¡Qué bárbaro!
Pensar que hasta hace pocas semanas bailábamos al ritmo del no-diálogo en medio del enfrentamiento multifrente entre gobierno y patronales sojeras.
¿Será que con sólo hablar, todo se arregla?
Después de todo, la política es: hablar, rosquear y negociar.
No es la más digna de las profesiones, pero por lo menos evita el cuerpo a cuerpo ideológico, que es hermano directo de la violencia física.
Pero que quede claro: un país más tranquilo no es un país más normal.
Falta mucho por seguir intentando cambiar, especialmente cuanto de sociedad se trata.
Nunca debemos olvidar que a menos cuotas sin interés, más será el fastidio clasemedista.
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