viernes, 28 de marzo de 2008

Es la movilidad social, estúpido(a)

Todo lo visto y actuado en estos días de piquetes, cacerolas, trompadas y pejotismo no hizo más que refrescar viejas miserias argentinas.

La Argentina de los inmigrantes de finales del siglo XIX y principios del XX no hizo más que recrear aquello de "mi´jo el dotor" como anhelo de crecimiento en el status social y, por supuesto, económico.

Era el deseo de aquellos tanitos y gallegos que llegaron sin un mango y dispuestos a hacer cualquier cosa con tal de salir adelante.

Claro, eran tiempos en los que laburar era negocio.

El choreo no estaba de moda.

Ese espíritu de auténtico progresismo social-económico dio pautas para crear un horizonte de país en donde el futuro era "mejor que el presente".

Esos sueños recreados, sin duda, se fueron rompiendo.

Las largas décadas del siglo pasado así lo hicieron notar.

(Fíjense que hasta ahora ni hablé ni creo que hable de lo político, aunque esté estrechamente ligado al proceso del que hablo)

Y, más aún, esas ilusiones del "todo mejorará" se hicieron pedazos con la crisis del 2001.


Con la economía del 3 a 1, ese horizonte de promesas bondadosas, volvió a aparecer.

Ahora: ¿quiénes son los que lograron sumarse al tren del progreso? (al menos progreso económico)

Muchos apostamos a que nuestro gremio nos dé una mano y nos tire algún aumento de sueldo.

Muchos otros creemos que nuestro negocio a la calle podrá mejorar si la gente tiene un manguito más en la billetera.

Algunos apuestan a lograr financiamiento para ampliar su empresa.

Aquellos más alejados de nuestra realidad urbana, y por cierto muchos, vieron que el 3 a 1 era el momento de recuperar terreno perdido; así lo hicieron y lo siguen haciendo.

Con retenciones y todo, ese 35 por ciento menos de ingreso no impidió que toda la cadena de producción agropecuaria tuviese excelente rentabilidad.

El problema es cuando el gobierno de CFK va por más, no avisa y dispara el impuesto a las exportaciones a porcentajes casi confiscatorios.

Pero, ¿está mal que lo haya hecho?

Depende.

Si lo recaudado-no-coparticipado con las provincias se refleja en números que muestren un achicamiento de la brecha entre ricos y pobres, todo bien.

Pero esa curva es muy lenta cuando se la compara con los niveles de recuperación de puestos de trabajo.

Sin embargo, la pelea de fondo sigue siendo otra: ¿por qué hay sectores que mejoran sus ingresos y otros que no?; o mejor planteado: ¿por qué algunos mejoraron más que los otros?

¿Por qué hay sectores que vienen gozando de híper-rentabilidad y se la terminan recortando mediante decreto?

¿Por qué él crece económicamente y yo no?

¿Por qué a aquel le va mejor que a mi?

¿Por qué los sectores medios bajos se pueden comprar un televisor y un reproductor de DVD como el mío o yo no puedo llegar al plasma?

¿Por qué cualquier pelagatos puede llegar al cero kilómetro y yo ando en esta albóndiga?

Es la movilidad social, estúpido(a).

Todos quieren mejorar, pero no todos pueden.

Y el que puede, no lo dejan.

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