En esta nota del diario La Nación, se logran observar las primeras reacciones de los votantes de Lavagna ante su decisión de volver al faldón del kircherismo.
__________________________________________
El ex ministro, en baja en las encuestas
Casi una semana después de conocerse su decisión de colaborar con Néstor Kirchner para normalizar el PJ, las primeras encuestas muestran que el cambio de traje no será gratis para Roberto Lavagna, aunque su acuerdo provoca casi tanto rechazo como indiferencia en la opinión pública.
Según una encuesta de Ricardo Rouvier realizada en la Capital, uno de cada dos votantes del economista está en desacuerdo con su acercamiento al kirchnerismo.
Entre el resto de los consultados, el 45% desaprobó la determinación de Lavagna y sólo el 22% estuvo de acuerdo, mientras el 13% no estuvo ni a favor ni en contra y el 20% restante dijo que no se había enterado o prefirió no opinar.
Un trabajo de la consultora OPSM también mostró rechazo a la iniciativa del ex ministro, junto a cierta indiferencia y muy baja sorpresa por su decisión.
"En general, Kirchner pierde menos que Lavagna", concluye el estudio de OPSM, según el cual la imagen de Lavagna cayó para el 27,6% de los consultados, mientras la de Kirchner sólo se vio afectada para el 10,8%.
Además, el 74% de la muestra dijo que estaba poco o nada sorprendido por el acuerdo y el 62,6% sostuvo que preferiría que el ex ministro no volviera al Gobierno.
Los números muestran que Lavagna llevó las de perder en el pacto con Kirchner, aunque algunos pronosticaban índices de rechazo bastante mayores.
También desde el análisis político, a seis días del anuncio de su inesperada sociedad, en el balance el ex presidente aparece como el más favorecido.
"Fue una muy buena jugada de Kirchner, que obligó a Eduardo Duhalde a un cambio de estrategia. El había pensado una posición más activa y no tuvo más remedio que admitir quién tiene el poder", analizó Rouvier.
Para Roberto Bacman, director de la consultora CEOP, "Kirchner se colocó en el centro de la escena y a partir de ahí obligó a todos los líderes políticos a definir con quién van a estar".
Bacman opinó que Lavagna es el miembro más débil de la alianza entre los dos justicialistas, pero consideró que todavía es pronto para saber cuánto se verá afectada su imagen.
"El pacto fue una nueva demostración de que el ex presidente sigue en el centro de la escena política, él manejó la agenda y la iniciativa", coincidió con ellos Eduardo Fidanza, director de Poliarquía.
Los analistas consultados por LA NACION tuvieron otro punto en común: todos marcaron como centrales los efectos que la decisión de Lavagna tuvo en el mapa político local.
"No es un tema de encuestas, porque Lavagna ya no medía muy bien, sino de cómo se están reacomodando todos los partidos a partir de eso", en palabras de Hugo Haime.
En esa línea, el interrogante que se plantea es si Elisa Carrió sabrá conquistar a los tres millones de votantes que habían acompañado a Lavagna como alternativa al oficialismo o si la UCR (aliada de Lavagna en las últimas elecciones) será capaz de reciclarse a sí misma y retenerlos.
"Esto recalentó la interna radical y aceitó el mecanismo de desembarco de los radicales K a la conducción del partido, a la vez que le dio mayor protagonismo a la Coalición Cívica como oposición nacional realmente existente", opinó Artemio López.
El otro punto es cómo queda el peronismo con el nuevo perfil que le aportó Lavagna. "Se afirmó el camino para que el PJ se acerque más a un partido socialdemócrata, ése es el perfil que Kirchner buscó a través de Lavagna, en oposición a la Democracia Cristiana de la época de Menem", analizó Rouvier.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario