domingo, 20 de septiembre de 2009

Numerología progresista


Haciendo cuentitas progresistas, a partir de la votación mancomunada del kirchnerismo más la centroizquierda parlamentaria a favor de la Ley de Medios, nos lanzamos a una saludable especulación: la de mirar al 2011 como un escenario posible para colocar en el gobierno a una alianza que contenga la avanzada polítio-mediática de la derecha criolla mediante la construcción de una difícil pero necesaria confluencia del progresismo argentino.

En ese sentido, Verbitsky nos aportó estos numeritos, a partir del complejo tablero parlamentario que se conformará desde el 10 de diciembre:

Es útil calcular la magnitud de estos alineamientos con la nueva conformación del Congreso. Para llegar a los 147 votos en la Cámara de Diputados, el Frente para la Victoria sumó a sus 105 remanentes, otros 42 del Partido Socialista, Solidaridad e Igualdad, la Concertación, Frente Cívico por Santiago, Encuentro Popular y Social y Buenos Aires para Todos en Proyecto Sur. Después del 10 de diciembre, el gobierno conservaría 83 diputados propios y sus potenciales aliados otros 41. En vez de 147 serían 124, cinco menos que el quórum, contra los 133 que sumaría la oposición. Ahora el oficialismo puede llegar en el Senado hasta 44 votos, entre propios y posibles aliados, frente a 28 seguros de la oposición. Esto por supuesto es variable, según las leyes que se traten y en el caso de las retenciones móviles se produjo el famoso empate en 36. Con el parlamento renovado la cuenta se reduciría a 40/32 (los cuadros completos de cada Cámara se publican en la edición electrónica). Esto, sumado al posible veto presidencial, que la oposición carecerá de votos para rechazar, define una situación de menor debilidad oficial a la que desearía el obstinado frente del rechazo. La oposición de centro-derecha (radicales, peronistas minoritarios, libertadores y PROs), prefirió no incidir en lo sancionado sino preconstituir presuntas nulidades de las que Clarín y América puedan servirse para impugnar la ley en los tribunales. La táctica de dilatar para que no se supere la ley de Videla (que sólo Menem pudo redefinir porque cedió todo lo que le pedían), sugiere escasa vocación de poder por parte de esa oposición. Si pensara que pronto puede llegar al gobierno hubiera apoyado este proyecto, imprescindible para el sistema democrático, porque redimensiona un poder supraconstitucional que siempre lo condicionó en defensa de intereses, propios y del sector económico que representa.
nota completa , acá.

1 comentario:

Diego Quiles dijo...

EN DIPUTADOS GANÓ LA POLÍTICA. PESE A LO QUE DIGA ESE VIEJO REPRESIVO DE MORALES SOLÁ .

VEREMOS SI EN EL SENADO GANA EL MERKETING O TIENE DIGNIDAD ESA GENTE.

OJALÁ MORALES SOLÁ SE TENGA QUE GUARDAR SUS DICHOS DONDE MÁS LE GUSTE.