domingo, 20 de abril de 2008

TT (Todos Tarde)

Ante algunos comentarios reprochándome mi supuesta condición de crítico porque sí ante "la crisis de los pastos quemados", digo:

  • Es cierto que el gobierno nacional no es el único responsable del fuego en el Delta.
  • Los estados provinciales (especialmente de Buenos Aires y Entre Ríos y en segundo lugar Santa Fe), durmieron la siesta ante los primeros focos de incendio.
  • Durante los primeros días del humo, los medios de comunicación no terminaron de tomar noción del fenómeno.
  • Cristina, yendo al lugar de coordinación del combate de las llamas, hizo "la gran Bush" como lo hizo el presidente estadounidense cada vez que viajó a visitar a las tropas johnnies desplegadas en Afganistan e Irak.
  • Nosotros, los ciudadanos, también tomamos conciencia tardía del fenómeno de humo: será por culpa de los medios o de los gobiernos, o por responsabilidades múltiples.
Para concluir los invito a dar un paseo por el sitio del Plan Nacional del Manejo del Fuego (PNMF) que depende de la Secretaría de Medio Ambiente (click sobre el vínculo).

Se van a encontrar con una lista de vínculos sobre el origen, estructura y funcionamiento de esta oficina que tiene como misión luchar contra el fuego en todo el pais.

Si ingresan en Niveles de Actuación empezarán a entender por qué las responsabilidades son múltiples en el caso del fuego y el humo que todavía se producen en el Delta (lean detenidamente el nivel tercero).





Por último, un comentario político.

La Secretaría de Medio Ambiente es un organismo que depende de Alberto Fernández, desde que absorbió esa dependencia en junio de 2006 (click acá para ir a la nota de archivo).

Seguramente aparecerán algunas lecturas que anoten el conflicto del humo en la interna del gobierno; y tendrán algunos argumentos válidos como para hacer esa asociación.

Ya dije que en el tema hay responsabilidades del PNMF.

También es cierto que, nuevamente como sucedió con las retenciones, el gobierno de Cristina vuelve a quedar rezagado en cuestiones de gestión.

Por esta falta de reacción política, muchos volverán a mirar de reojo a Alberto Fernández.

Y, la verdad, alguna razón tienen si, encima, lo ponen nuevamente en el debate sobre si debe renunciar o no.

No hay comentarios.: