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domingo, 25 de julio de 2010

Ciudad de Buenos Aires: larga crisis, corto macrismo

Que Mauricio Macri esté en el borde de un juicio político, ¿es una crisis institucional?

La respuesta es no y en todo caso no es el origen de la misma.

Buenos Aires hace rato que está en crisis institucional.

Desde el nacimiento de la nueva estructura jurídico-legal que dio su pseudo-autonomía, la ciudad viene sorteando distintas instancias de su continua crisis instuticional.

Claro, en los primeros años de vida de la Ciudad Autónoma todo parecía andar en senderos de promesas de fortalecimiento de esa nueva etapa política.

Pero la debacle de Aníbal Ibarra en 2005 y la irrupción de Macri en 2007 dan cuenta de un proceso de consolidación institucional a medias.

Si vemos el recorrido de los partidos porteños veremos parte de esta debilidad.

¿Qué partido ha venido trabajando hasta ahora con conocimiento de las necesidades de la ciudad con propuesta concretas para convertirse en gobierno?

¿Qué dirigentes podríamos decir que, hacia izquierda o derecha, logran expresar el sentimiento y el rumbo de porciones importantes de la ciudadanía citadina?

Si bien podríamos decir que Macri hoy conserva el respaldo de un sector no menor de la ciudadanía porteña, la pregunta es: ¿Macri es un jefe de gobierno de y para toda la ciudad o solo para parte de ella?

Pero peor aún: ¿qué partidos políticos, más allá del macrismo, mostraron proyectos concretos para la ciudad en las últimas elecciones?

¿Quiénes pudieron haber sido alternativa a Macri en 2007?

Claramente ninguna expresión política pudo doblegar al macrismo en ese 2007 y en 2009, aún con un claro retroceso del Pro en las últimas elecciones.

Y aún peor todavía: ¿hay algún partido listo para gobernar la ciudad en caso de la caída del macrismo?

La respuesta puede resultar abierta: para el que escribió estas palabras la respuesta es NO, lo cual sentencia la gravedad de la crisis institucional y política que atraviesa la ciudad desde años antes de la asunción del macrismo.

Por supuesto que el peronismo surge siempre como un gobernante posible; pero el PJ porteño parece mostrar demasiada unidad interna como asumir el desafío de la gobernabilidad.

La alternancia partidaria con continuidad de gobernabilidad es hoy un rasgo patológico sintomático en la dirigencia política toda de la ciudad de Buenos Aires.

Ahí radica la crisis y no en los gobernantes de turno.

jueves, 19 de noviembre de 2009

En mi barrio les dirían p..........

A la peor crisis política del macrismo, sus afanosos militantes la quieren curar apenas con una aspirina de espiritualidad.

A raíz del escándalo político del espionaje Pro, el gurú del Cardenal Newman, el filósofo fayon, Alejandro Rozitchner:

Mensaje a los amigos del PRO y del Gobierno de la Ciudad

No tengo la estrategia, pero tengo clara la intención. No nos olvidemos de que tenemos razón, de que el intento del PRO y del GCBA es cambiar el juego.

Y tengamos en cuenta que la mafia con la que nos enfrentamos, la mafia de la vieja política, no va a dejar su lugar sin hacer todas las trampas que puedan imaginar. Además, en ese sentido va su pensamiento: trampas.

No nos peleemos entre nosotros. Nadie es perfecto y pueden haberse cometido errores. No importa.

Creo que la salida a este momento empieza a aparecer más claramente si pensamos que

De esto vamos a salir fortalecidos

No hay crecimiento sin superación de pruebas.
Después de esta vendrán otras.

Conservemos el ánimo y la certeza, mantengamos la calma. Cultivemos la osadía y la tranquilidad.

Este es el juego: no pasó nada inesperado. Ni siquiera cometimos errores demasiado importantes. Mienten, una y otra vez. No olvidemos que la ley es nuestro camino pero no el de ellos.

Hagamos lo que tengamos que hacer y sigamos adelante. Lo que queremos no se conquista así nomás, estos despelotes son los que elegimos como nuestro camino para superar a esta gente nefasta.

No nos olvidemos: son delincuentes. Los delincuentes no son racionales, hay que derrotarlos con astucia y ganas.

Abrazo a todos

Y para rematarla podrían citar al gurú combustible y exprimido, Ari Paluch... bah, digo, así la rematan con más espiritualidad fachon.

lunes, 15 de junio de 2009

Oposición argentina: Todos juntos y a la derecha

No nos gusta seguir usando las caterogías de izquierda, derecha, centro... pero esto tipos sí que insisten y nos muestran con qué mano piensan llevar adelante las riendas de la economía, en caso de ser gobierno.

Dice hoy La Nación:

¿Prat-Gay, ministro de Macri?

Aunque hoy sea el principal rival de Gabriela Michetti en la Capital, Alfonso Prat-Gay mantiene una excelente relación con el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, y en especial con su jefe de gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, con quien lo une una vieja y estrecha amistad. Por eso, en Pro no dejan de ver como una ironía que el joven economista compita en estas elecciones legislativas en las filas de Elisa Carrió. Pero en el macrismo se consuelan pensando que la unión de Prat- Gay con la Coalición Cívica no prosperará demasiado después del 28 de junio, aunque el primer candidato a diputado por ese partido esté dispuesto a asumir su banca. Días atrás, en un almuerzo con colaboradores, Macri se deshizo en elogios hacia la capacidad de Prat-Gay como economista -por el contrario, considera que no es tan buen candidato político- y llegó a admitir que, en caso de acceder a la Presidencia de la Nación en 2011, seguramente el actual rival se convertiría en su ministro de Economía. Una confesión que probablemente no le gustaría escuchar al ministro de Hacienda porteño, Néstor Grindetti, que, en medio de la crisis, se esfuerza por hacer malabares con los cada vez más insuficientes recursos de la ciudad.

sábado, 28 de marzo de 2009

¿Y?, ¿Para cuándo?


Mauri: apuremos el trámite de la tunelera porque no tenemos argumentos de campaña para Gaby y los pro-postulantes para la Ciudad.

Tus queridos y paquetes asesores Pro

lunes, 16 de febrero de 2009

El juego de las Alianzas en la Argentina: el temor al fracaso de 2001

La semana pasada el jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, logró reunir para la foto al dirigente bonaerense (y peronista disidente) Francisco de Narváez y al flamante ex kirchnerista Felipe Solá. La imagen recorrió velozmente los medios argentinos y alcanzó a trascender a la región. Su impacto, sin dudas, es el corolario de lo que se avecina en materia electoral en las legislativas de octubre próximo: el oficialismo, por un lado, aglutinando candidatos con la matriz del poderoso Partido Justicia al comando del ex presidente Néstor Kirchner y, por el otro, la oposición tomando puestos para el combate, mediante trabajosas negociaciones para componer ofertas electorales de peso para la pelea por los votos. El tridente Macri-De Narváez- Solá es parte, precisamente, de esa búsqueda aliancista junto a otros entramados que intentan crear la UCR (Unión Cívica Radical) y la Coalición Cívica de Elisa Carrió.

Sin embargo, es interesante repasar brevemente lo que fue una alianza política en la Argentina. La experiencia más reciente es la de la Alianza UCR – FREPASO (Frente País Solidario) que concentró a radicales, peronistas y otras fuerzas volcadas hacia la centro izquierda para confluir en una estructura electoral que logró destronar al peronismo del poder en 1999, con Menem como presidente y con Eduardo Duhalde como candidato.

Esa Alianza fue la esperanza de cambio que los argentinos pretendían y creían necesitar. Los múltiples episodios de corrupción del gobierno menemista, sumados al freno económico y los despidos masivos conformaron un clima de época propicio para aquella ingeniería política anti-peronista.

Sin embargo, la alianza gobernante que puso a Fernando de la Rúa en el gobierno no supo estar a la altura de los cambios pedidos por la ciudadanía argentina.

El cerrojo impuesto por el Plan de Convertibilidad de Cavallo (la paridad un peso, un dólar), la pasividad ante el impulso de juicios contra la corrupción menemista y el estallido de escándalo propio por la aprobación de la ley de Reforma Laboral de 2000 mediante el pago de sobornos provocó al renuncia del vicepresidente Carlos “Chacho” Álvarez y la caída final del gobierno a finales de 2001, previo a una masiva fuga de capitales y creciente malestar social que derivó en los tristemente célebres “cacerolazos”, el cierre de bancos, la mega-devaluación del peso y la disparada de los precios de los alimentos en general.

Esta reseña histórica sirve para comprender el temor ante nuevas alianzas en la Argentina. Es posible que las comparaciones que un pretenda hacer sean forzadas. Pero la percepción social hacia las alianzas políticas en este país quedó al menos parcialmente dañada ante la confluencia de candidatos en rebuscadas fórmulas electorales.

Un dogma que deja la moraleja argentina de las alianzas es que un entendimiento electoral puede hacer buenas elecciones pero malos gobiernos.

Por el momento esto no es un problema para la Argentina. Toda alianza que se construya para las legislativas de octubre próximo podrá sostenerse hasta 2011 ya que con dichas coincidencias los distintos sectores políticos no tendrán que gobernar distritos: simplemente deberán mostrarse eficaces en la convivencia legislativa de los nuevos socios y en la acción parlamentaria.

Sin embargo, el debate subsiste: ¿habrá en la Argentina un gobierno con poder de gestión construido por socios aliancistas venidos de distintos orígenes partidarios? ¿Serán capaces de poner en la agenda pública y solucionar los problemas más sensibles y urgentes que alcanzan a vastos sectores sociales? ¿Podrán contener al siempre temible Partido Justicialista, un duro enemigo cuando juega su rol como oposición? ¿Será exitosa una alianza argentina siempre y cuando absorba cantidades suficientes de dirigentes de ese PJ fundado por el desaparecido presidente Perón?

Son apenas algunos de los interrogantes de un país que puede aprender de ejemplos como el uruguayo: al menos al vecino país no se le desbarató el Frente Amplio en plena gestión, más allá de su horizonte político actual.

La caída en desgracia de las alianzas políticas en regímenes presidenciales como los nuestros siempre con costosas en términos económicos, políticos y sociales. La Argentina tiene una amarga experiencia al respecto, y eso hace que hoy en el imaginario colectivo perviva el temor a esos artefactos electorales.

Esa mirada incrédula, hoy, es la que observa al trío Macri - De Narváez - Solá, más aún cuando el lanzamiento de su espacio común se producía mientras la comunidad argentina se estremecía por el alud que arrasó con centenares de casas en la ciudad salteña de Tartagal y cuando lo urgente requería ayuda humanitaria para los afectados y no promesas electorales.

Columna de opinión publicada en Uruguay al Día

miércoles, 4 de febrero de 2009

Sembrando en el desierto... algún yuyito termina creciendo

¡¡Pancho se dio cuenta de que hay que combatir la riqueza y no la pobreza!!


¡¡Mauri está preocupado por sus colegas empresarios que negrean a los pibes!!


¡¡Vamos por el arrepentimiento de Carlos Saúl I por el modelo neoliberal y estamos listos para ir al cielo!!

domingo, 18 de enero de 2009

Mauricio, el blanco de las críticas



No fueron pocas las veces en las que los periodistas se adentraron en conversaciones cuasi-íntimas con el poder.

No es tan habitual esa especie de diálogo desde la llegada del kirchnerismo, pero lo fue en épocas de la esperanzadora Alianza (y en tiempos de Carlitos).

En aquellos tiempos de fácil-progresismo con Menem en el poder y ya con su salida del gobierno los funcionarios de la Alianza cansaban innumerables charlas con la prensa gráfica y audiovisual.

Así, en las charlas de café era habitual el intercambio de información política como así también de los consejos amatorios del funcionario progres para con el periodista amigote.

Pero la noche de la caída de De la Rúa apagó ese vínculo amistoso; al menos de esas formas tan confianzudas.

Después de todo, los hombres y mujeres de la Alianza ejercían una profesión que confluía a las mil maravillas con el estilo Terragno: mezcla de político estadista con periodísta analista del pasado reciente (el menemismo, en cuestión).

Con el kirchnerismo floreció el oscurantismo.

La aparición de hombres como el vocero mudo del ex Presidente apagó la llama de la apasionada relación poder y prensa y encendió la antorcha de política a fondo, en ejercicio desde las sombras del poder, para bien o para mal.

La llegada al poder porteño de Mauricio Macri devolvió al menos algo de aquella cómplice proximidad entre política y periodismo.

-Che, ¿por qué no hacen un almuerzo para los periodistas en algún lugar lindo?, se le escuchó a cierto cronista de largos años pateando la calle en busca de algún buen plato de comida que servirse, gratis, por supuesto.

-Decile a Mauricio que no llegue tarde, así podemos llegar a la otra nota, se le vio salir de su boca a otra periodista segura de su proximidad y confianza con el vocero del jefe de gobierno.

Otras veces no faltaron las chicanas, las críticas y las objeciones, incluso, a alguna medida de gobierno en la ciudad.

Esa proximidad demostró también la debilidad de un gobierno que no se siente tal, que no tiene agenda sólida (y si la tiene la pone en duda ante los cuestionamientos mediáticos), sin propaganda acorde y, en definitiva, sin gestión consolidada.

Y llegó aquel día, cuando Mauricio M bajó de las escalinatas de la jefatura de gobierno con su blanco traje, dispuesto a anunciar la desregulación de la Obra Social porteña.


Desde la montonera periodística se escuchó a viva voz: ¡Llamen a Philip Michael Thomas!, como si el que bajara las escaleras fuese el mismísimo Don Johnson siempre junto a su eterno acompañante, ambos héroes de División Miami (Miami Vice) y quienes se cansaron de lucir trajes tan claros y llamativos como la blanca coca que incautaban a los chicanos narcos.

Las carcajadas y la burla brotaron ruidosamente entre prensa y funcionarios.

De ahí en más una jornada de tantas con bromas e ironías de parte de esos periodistas que saben que el gobierno porteño se parece más a una banda de chicos buenudos y educados visitantes del poder capitalino y ajenos a todo aquello que huela a hacer política y a gestión de gobierno.

No es torpe el olfato periodístico al advertir que la banda macrista está más para ir a jugar al rugby, cenar y bailar un rato en un after hour que para gobernar un distrito.

domingo, 21 de diciembre de 2008

Personalismos

El personalismo no parece ser exclusividad de los Kirchner.

Si no, lean este párrafo de la nota publicada hoy por el diario La Nación, en referencia al escándalo de los votos truchos y la resolución que el macriismo le encontró:

  • La crisis es palpable. Ni siquiera hubo una reunión del bloque legislativo para analizar los hechos de la semana y para diseñar estrategias que permitan superar el mal trago.”

Semejente escándalo en el corazón del macrismo legislativo de la Ciudad terminó resolviéndose en el despacho de Mauricio.

Muchas de las decisiones nodales del kirchnerismo también se resolvieron de ese modo: en el despacho presidencial de Néstor o de Cristina, y apenas con el grupo de más confianza que los rodea.

Es un personalismo que, incluso, no es exclusivo de la Argentina; Francia, Italia y Estados Unidos viven y han vivido personalismo hegemónico en la cima del poder.

Parece que la política tiende profundizar este proceso de privatización y/o "elitización"; al menos el mecanismo de toma de decisiones.

En nuestro país, el kirchnerismo apenas si modificó esa lógica de poder al entrar en el conflicto con el campo sojero; por lo menos abrió algunos diques para el diálogo y la negociación con la oposición.

Pero no hay que olvidar el juego del si-señor-Presidente que el Congreso ejerció durante el mandato de Néstor K y que le valió el calificativo de "escribanía del poder".

Seguimos esperando ese momento de plena participación de las bases sociales en las decisiones del poder.

Seguimos esperando ese momento de participación.

Seguimos esperando.

jueves, 18 de diciembre de 2008

Trío derechón

(foto del trío más mentado en la fiesta de Inforbardo de Dany "Cuartel5Noticas" Hadad)

Alguien los votó.

Hadad los re-juntó.

Y para muchos son, o serán,

una estaca en el corazó´.

¡Qué lo parió!

De este trío discutido

saldrá el próximo presidente,

del bando derechón.

lunes, 26 de mayo de 2008

Análisis campero-paleolítico


¿No será demasiado antiguo evaluar la capacidad movilizadora de un sector político o social por su convocatoria a un acto o marcha?

¿Con qué elementos de análisis se puede asegurar que a mayor movilización de personas mejor y más fuerte será la constitución de todo grupo que logre esa convocatoria?

¿No serán esos analistas más bien antropólogos en búsqueda del ya inexistente eslabón perdido?

Creer que la política es arrastrar gente puede ser cosa de políticos de antaño.

Pero que lo crean los sectores que se dicen y se creen en la vanguardia ("más allá de la política", dirán), creídos de estar parados más en el futuro que en el presente de un país denota seriamente que son tan paleolíticos como los que componen gran parte de nuestra clase de dirigentes políticos.

Muchachos: miren los fenómenos de Macri, Scioli, Carrió y hasta del propio Néstor de 2003 y se darán cuenta de que, a la hora de la política, la muchedumbre es más humo que fuego.

lunes, 28 de abril de 2008

Análisis de la fecha (política): Macri y los costos del no-partido, Clarín y el favorcito a Cristina


Son tiempos difíciles para el grupo Clarín; pero también para Mauricio.

Veamos:

Fue difícil lograr que el gobierno del ex presidente Kirchner le firmara a Clarín una resolución permitiendo la fusión entre Multicanal y Cablevisión.

Tantos años de acompañamiento a la gestión K, con renovación de licencias de TV y todo como devolución de favores, tuvo su fruto.

Pero luego vino el conflicto por el campo, en el que la "inocencia" de los móviles en vivo reprodujo el discurso ruralista que tanto irritó a los muchachos K.

Y todo se complicó.

Ahora, vienen nuevas nubes; y otras están en el mismo lugar cada vez más grandes y oscuras.

Sucede que, la que va en aumento también, es la polémica por el triple-play.

Esto de poder ofrecer telefonía, televisión e internet por el mismo cable se transformó en parte de la encrucijada de Clarín; y es el desafío por encarar para otros monstruos mediáticos como Telefónica y el grupo del mexicano Slim.

Y encima, Macri evalúa qué hacer con los postes y los cables de Multicanal-Cablevisión que zurcan el cielo porteño.

Dice hoy Crítica (click acá para ir a la nota) que Mauricio debe decidir si obliga al grupo a gastar centenares de millones de pesos para mandar bajo tierra todo es cablerío.

¿Se animará a tanto?

Vamos con un pequeño análisis.

Ya dijimos en post anteriores que el gran problema de Macri es su carencia casi total de estructura partidaria.

Mejor dicho: su principal problema es que no le interesa tener dicha estructura.

Esto lo saben bien quienes lo acompañan y dan sustento político desde espacios como la Cámara de Diputados de la Nación y la Legislatura porteña.

A Macri le falta contar con seguidores movilizados y desparramados por todo el país, capaces de llevar su discurso, su pensamiento y sus propuestas a posibles futuros seguidores.

¿De qué manera llega Mauricio a su eventual electorado? A través de los medios, escencialmente.

Es por ello que el desafío de Macri, a esta hora, es medir las consecuencias de ir por el multimediático grupo Clarín que tanto aire le da a él y a sus espadachines.

Avanzar sobre ese pulpo de medios implicará perder escena, la que tendrá que recuperar buscando aire en otros medios.

Este verdadero trasbordo mediático es riesgoso, no caben dudas.

Pero si se piensa estratégicamente, a Macri la jugada le puede resultar exitosa, incluso por el beneficio que puede representar para la propia Cristina.

Si la Ciudad acorrala a Clarín y le restringe el monopolio en el ámbito porteño se habrá licuado un porcentaje muy importante de la hegemonía mediática del multimedios.

Y para el gobierno nacional, habrá sido un buen ingrediente para el cóctel que le está preparando al grupo, que incluye nueva ley de radiodifusión, triple play y nuevos medios "amigos" que nivelen los desequilibrios mediáticos actuales, según se ve desde la Rosada.

jueves, 10 de abril de 2008

Pierini no quiere a la Federal, ¡ni en figuritas!


Hace unos días entrevisté a la Defensora del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, la doctora Alicia Pierini.

Esperaba una postura más crítica hacia Macri; pero prefirió la cautela teniendo en cuenta que la gestión Pro acaba de cumplir 100 días de gobierno.

Con la que no tuvo piedad es con la Policía Federal.

La entrevista la hicimos para diarioymedio.com.ar
______________________________________

¿Qué opina del gobierno de Macri?
La gente eligió una propuesta de gestión, no ideológica. Esto marca una diferencia en cuanto a dónde se posiciona uno frente a un gobierno que nos resulta como desconocido. Es gente que no conocemos en su mayoría. Los gobiernos desde De la Rua hasta Telerman tuvieron una política de reparto de cargos entre los hombres de su propia fuerza y entre los de otras fuerzas aliadas. Se loteó la administración. Todo el mundo tuvo algún espacio de participación. Con Macri, entra un nuevo equipo y todos los que estaban van quedando afuera o en terceras líneas. Esto es importante para evaluar la nueva gestión.

¿Las prioridades del gobierno de Macri coinciden con las de la Defensoría?
Algunas sí. Por ejemplo el ordenamiento del sistema administrativo. Los gobiernos anteriores tuvieron buenas intensiones pero quedaron enredados en la propia maraña administrativa que les impidió gestionar como ahora le sucede a Macri. Pero el actual jefe de gobierno heredó esa maraña y habrá que ver cómo la resuelve.

¿Fue prioritario no renovar los contratos de 2.400 agentes de la ciudad e intervenir la obra social?
La sociedad necesita una transformación en el sistema administrativo. La metodología que se utilizó (por parte del gobierno porteño) es cuestionable. No fue la mejor manera, aunque sí el objetivo. Sin una transformación del sistema administrativo no se puede gobernar esta ciudad de Buenos Aires.

¿Cómo se estructura el presupuesto de la ciudad con la nueva Policía?
Macri tiene que reasignar gente y recursos. La ciudad le paga a la Policía Federal todo tipo de servicios desde tiempo inmemorial, como ser adicionales, patrulleros, armamento, etc. Es una reasignación de partidas presupuestarias.

¿Ve necesario traspasar facultades de la Policía Federal a la ciudad?
El traspaso no lo vemos necesario, pero una Policía propia sí nos parece un hecho necesario. No queremos el traspaso porque nos van a dar una fuerza muy cuestionada y denunciada, pero nunca investigada. La gente denuncia a la Federal por maltratos en las comisarías. Es un hecho de hace muchos años en comisarías como las del sur de la ciudad. Hasta ahora no se hizo nada. Por otra parte, hay que regular el tránsito de la ciudad. Pero el 80 por ciento de las actas contravencionales que hace la policía están mal hechas, no sirven para nada. Por ejemplo, en un juzgado hay un expediente de una empresa de colectivos con 26 infracciones, muchas graves, pero solo una se pudo ejecutar porque todas las demás estaban mal realizadas.

¿Qué es lo más reclama la gente ante la Defensoría?
La mayor cantidad de reclamos es por salud, consumo, sobre todo las telefónicas. Después están los reclamos endémicos como villas o subsidios.

¿Cómo se lleva la Defensoría con el poder político?
Nos llevamos muy bien porque somos muy técnicos. Somos como un laboratorio cuando se relaciona con un médico.

¿Cambió algo la ciudad desde la tragedia de Cromañón?
La ciudad está mejor preparada y los funcionarios están más cuidadosos con las alertas. Ahora nos escuchan y se preocupan. Hay mucho temor.

¿Qué cree que tendría que cambiar o mejorar en la Ciudad?
Todavía no se puede pretender cambios sustanciales. Pero la Ciudad tiene que cambiar los contratos de concesión de limpieza. Falta higiene, faltan contenedores. Y después hay que solucionar los problemas infraestructurales en hospitales, escuelas, etc. Por otra parte, el transporte no lo controla la ciudad pero tendría que sentarse con las autoridades nacionales para discutir cuestiones técnicas, más allá de las políticas, porque el tránsito es un desastre.

¿No es contradictorio que la ciudad y la Nación tengan su Defensor del Pueblo y que la provincia de Buenos Aires no lo posea? ¿Serviría que exista esa figura en la provincia para trabajar en conjunto con la ciudad?
Este año la provincia va a tener su propio defensor del pueblo. Sería una solución para la gente.

¿La avenida General Paz es un límite válido para solucionar las distintas problemáticas de Capital y el Conurbano?
La General Paz es un límite que molesta; un límite real sería la ruta 6. Hay que aprender a manejarse con políticas multijurisdiccionales. Es una cuestión de técnica de gestión pensando en la gente. Ahora, si la gestión piensa sólo en política, no habrá solución.

¿Nos parecemos a alguna ciudad latinoamericana?
En algunos aspectos al distrito Federal de México.

¿Hay alguna ciudad que sirva como ejemplo de soluciones para Buenos Aires?
Yo miro con atención los procesos de Barcelona y Madrid. Sobre todo en construcción democrática.

¿Son el modelo a seguir?
No se pueden trasladar situaciones, pero hay muchas cosas que sirven. España creció en base al turismo y Buenos Aires no tiene soja. Tiene que aprovechar al turista, como hoy se está haciendo, pero todavía más. La Ciudad tiene que realizar más congresos internacionales. El congreso de dermatología de año pasado trajo a la ciudad a 20.000 personas.

lunes, 31 de marzo de 2008

Cien días pro, ¿viste?

Es el primer tramo que todo analista político somete a crítica.

Son los decorativos 100 días que toda gestión tiene como muestra de lo que hizo, de lo que no, pero fundamentalmente de las impresiones que dejó en sus primero pasos.

Macri en la ciudad dejó la impresión de que tiene ganas de hacer muchas cosas.

Pero también manifiesta notoria inexperiencia al hacer política.

Haberse trabado en lucha con Sutecba por 2.400 contratados y por la intervención de la Obra Social no pareció un gran negocio.

Haber rajado a palazos a los cartoneros de Belgrano fue una medida bien Pro pero de dudoso beneficio político.

¿Qué tendrá que hacer Mauricio para encantar a los vecinos?

Bueno, ayer quedó claro que va a tener que estar presente en los debates que a la gente le importan.

Macri habló del conflicto del campo, sin ninguna idea interesante, pero habló.

Se lo nota lejano de todo aquello que sea materia de debate público.

Por ahora, puede seguir con viento de cola; la Ciudad suele dar algo de tiempo al que la gobierna.

Pero los problemas, como siempre, pueden llegar inesperadamente.

Y allí habrá que mostrar gestión.

La misma que Mauri prometió en su campaña.

Impuestos, seguridad y limpieza son tres temas centrales, los cuales siempre tienen que estar presente en los discursos de los gobernantes porteños.

Y además tienen que estar en la tarea de gobierno.

Si alguno flaquea, flaquea la gestión.

jueves, 27 de marzo de 2008

Que la bronca se haga partido (político)


Que la gente salga a la calle, es bueno.

Que se haga escuchar ante un gobierno muchas veces sordo (ciego y mudo), también es bueno.

Pero hay riesgos si la movilización de miles de ciudadanos no encuentra un espacio para sumarse y canalizarse.

Hablo de un partido político.

La mejor manera de desbaratar gobiernos contrarios a nuestros intereses es mediante la pelea político.

La Argentina tiene una larga experiencia de alternativas políticas no-democráticas.

Los golpes fueron heridas que dejaron demasiada lastimada la noción de ciudadanía entre nosotros.

Y hoy, vemos que hay tipos como D´Elía que están dispuestos a pegar para hacer política.

Ese camino no nos conviene.

Por eso, ojalá que toda esa gente que salió a la calle para hacer sonar la cacerola encuentre un espacio político en donde sentirse representada.

Podrían ir a golpearle la puerta a Macri.

El único problema de los políticos de la derecha argentina es que no tienen mucha pasión por la política.

Queda en los caceroleros hacer que esta pasión no se apague y que, por el contrario, cobre vida.

Una mirada al pasado argentino nos puede ayudar.

Los sectores de la derecha tuvieron su partido y fueron gobierno durante largos años desde finales del siglo XIX hasta la llegada de la UCR en 1916.

Por eso la foto de Julio A. Roca.

lunes, 17 de marzo de 2008

Dicen que Mauricio no escucha ni a los tacheros


La Asociación de Taxistas de la Capital Federal (ATC) denunció que el plan de reordenamiento de tránsito que tiene en estudio el jefe de gobierno de la ciudad no tuvo ninguna consulta previa a los gremios de taxis y colectivos.

Según versiones periodísticas, el plan contempla la creación de zonas semipeatonales en el centro porteño. Algunas calles que pasarían a ser peatonales serían Reconquista – Defensa y Esmeralda - Piedras y pasajes como Carabelas, San Lorenzo y Giuffra.

Estas medidas en estudio en el gobierno de la Ciudad fueron objetadas por los taxistas.

Hablé con Alberto Rodríguez, de la ATC, y me contó por qué el plan de Macri será rechazado por los taxistas de la ciudad:




De paso, le hice algunas preguntas sobre la situación del mundo-taxi porteño y lo que viene en materia de tarifas:



martes, 11 de marzo de 2008

Macri, el déficit, la policía porteña y la olla a presión


El jefe de gobierno porteño ya debe haber gastado unos cuantos lápices haciendo los números de la ciudad que él desea.

Es que la herencia presupuestaria que le dejaron Telerman e Ibarra puede poner en riesgo sus proyectos.

Uno de esos desafíos es el de la policía porteña.

Según estimaciones privadas y de la oposición porteña, el déficit presupuestario de la ciudad es del orden de los 800 millones de pesos.

A esto hay que sumarle los 1.600 millones aprobados por la Legislatura a fines del 2007 como endeudamiento para obra pública.

Si a esto sumamos los 900 millones extra por año necesarios para mantener la policía propia, el resultado es de un rojo mayor en las cuentas porteñas.

Por supuesto que las subas impositivas aplicadas en ABL y Patentes intentarán achicar el déficit, pero habrá que esperar los números nuevos de recaudación.

Incluso algunos machistas se entusiasman con números preliminares que muestran una mayor voluntad de pago de los contribuyentes de la ciudad.

Mucho más que los 900 millones

Sin embargo, los 900 millones para sostener la nueva fuerza de seguridad porteña no quedan ahí. Entre los hombres cercanos a Mauricio Macri hay una certeza: con ese presupuesto sólo se cubren los gastos para mantener en funciones a la actual estructura de la Policía Federal en la ciudad y los efectivos que la componen. Pero a esa cifra hay que agregarle el plus que Macri quiere darle a su policía distrital.

En los últimos días, el jefe de gobierno dejó trascender que pretende que la nueva fuerza de seguridad porteña tenga su propia Academia de formación, nuevo equipamiento tecnológico y un sueldo que supere en un 20 por ciento lo que hoy cobran los efectivos de la Federal.

Haciendo números rápidamente, el costo final para mantener esa nueva fuerza podría trepar cómodamente hasta los 1.500 millones de pesos por año. Y hay quienes dentro del macrismo arriesgan una cifra todavía mayor.

El doble desafío macrista

¿Cómo resolverá Macri la compleja realidad presupuestaria que representará mantener una Policía propia con presupuesto recalentado? Sin duda habrá que hacer ajustes en los gastos porteños y es allí en donde Mauricio Macri entrará en el doble desafío.

Ese desafío será hacer frente a una gestión con un distrito en marcha, con proyecciones económicas financieras positivas (pero mientras tanto con más deuda), con policía propia y con la presión de darle un golpe certero a la sensación de inseguridad que vive la mayoría de los porteños.

Macri estará metiendo la cabeza en una olla a presión, sin dudas. Pero la jugada será doblemente exitosa si logra domar en un solo acto a dos verdaderos caballos salvajes, como son el gasto porteño y la inseguridad de la ciudad.

Y si su proyecto resulta favorable demostrará que su estrategia de mostrar gestión como signo de construcción política no estaba errada.

Es sabido que Mauricio Macri apuesta a la gestión antes que a la estructura partidaria como base para posicionarse electoralmente entre los candidatos presidenciales del 2011.